El botticelli de los Cambó, en el Museo de Bellas Artes de Valencia
La institución ha firmado un contrato de comodato con la familia Guardans Cambó para exhibir la pintura entre las obras de la colección permanente. El Retrato de Michele Marullo Tarcaniota es la única pieza de estas características del maestro italiano que va a poder contemplarse en un museo de nuestro país.
El Retrato de Michele Marullo Tarcaniota perteneciente a la familia Guardans Cambó volverá a colgar de las paredes de un museo español tras el comodato alcanzado entre los propietarios y el Museo de Bellas Artes de Valencia. El acuerdo tiene una duración de tres años, renovables si ninguna de las partes expresa su deseo de finalizarlo. El botticelli se exhibirá en la sala central del edificio en la que se encuentran los retablos góticos y la pintura de comienzos del Renacimiento. Esta no es la primera vez que los Cambó acuerdan un préstamo con una institución pública. En 2004 fue cedido al Museo del Prado donde permaneció hasta 2017 (tal y como ya contamos).
Pablo González Tornel, director del museo valenciano, ha recalcado la importancia de la pintura para la colección. «Tenemos buenas piezas medievales y del Renacimiento español, pero nos faltaba el nexo entre los dos mundos que supone el primer Renacimiento florentino». Ese punto de unión lo es a nivel histórico, pero lo es incluso más a nivel mediático, en el inconsciente colectivo.
«El retrato tiene todos los componentes para llamar la atención del público. La propia vida de Tarcaniota es romántica desde el punto de vista renacentista. Nace en Constantinopla en 1453, durante el asedio turco y el final del Imperio Romano de Oriente (Bizancio). Sus padres escapan a Ragusa –actual Dubrovnik– y luego a Ancona, en Italia y allí se crea su doble perfil. Por un lado es un soldado de fortuna, algo característico del medievo, y por otro, es un poeta, y encarna el Renacimiento. Además, él escribe en Italiano, griego y latín, por lo que todos los elementos de la vuelta a la antigüedad están presentes».
A esto hay que sumar la leyenda detrás de la pieza. González Tornel habla de un «aura especial». La tradición dice que el retrato podría ser póstumo, encargado por la viuda de Tarcaniota. Aunque la verdad es que probablemente fue realizado en la década antes de la muerte del modelo.
Por su parte, el conseller Marzà, de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, ha declarado su agradecimiento a la familia por depositar una pieza de tanto valor en un entorno como el Museo de Bellas Artes. «Muy pronto esta joya del Quattrocento italiano estará expuesta en nuestra pinacoteca. Se integra a la perfección en [su] discurso monográfico […] y es un aliciente más para atraer visitantes».
Rafael Guardans-Cambó, representante de los herederos de Frances Cambó –quien compró el cuadro en 1929 y se refería a él como «la perla de su colección»– también se ha mostrado satisfecho con el acuerdo. «Es un honor que el Retrato de Michele Marullo Tarcaniota, con el que tan íntimamente ha convivido nuestra familia durante casi un siglo, recale en [este] prestigioso museo».
También Carmen Amoraga, directora general de Cultura y Patrimonio ha querido celebrar «el esfuerzo realizado en los últimos años en mejorar la calidad de la colección». Según ha manifestado, gracias a la «política coherente de adquisiciones […] se está generando confianza en los coleccionistas que miran al Bellas Artes de Valencia como uno de los mejores museos donde exhibir sus obras». Héctor San José.