EL ARTE CONTEMPORÁNEO ENTRA EN LAS COLECCIONES REALES

EL ARTE CONTEMPORÁNEO ENTRA EN LAS COLECCIONES REALES

EL ARTE CONTEMPORÁNEO ENTRA EN LAS COLECCIONES REALES

El Palacio Real presenta una selección de obras de autores de hoy que se unen a sus fondos históricos

Son 44 obras de artistas españoles contemporáneos, seleccionadas entre las 115 que posee Patrimonio Nacional, las que figuran en la exposición que se ofrece en el Palacio Real. Esta colección comenzó a formarse a finales de los años 80, cuando se entendió la importancia de unir “lo nuevo” al fondo “antiguo”, compuesto por cientos –tal vez miles– de piezas cuya catalogación sigue aún en proceso. Se buscó a un pintor capaz de llevar adelante la tarea y se dio con Rafael Canogar. Entre 1987 y 1990 se hicieron las primeras compras, principalmente de pintura, aunque no faltó algo de escultura. Como no se contaba con un presupuesto elevado, “ni se llegó a pensar en obras de Picasso o Juan Gris, pero sí en la generación de los 50, comenta Canogar. En 2001, y más tarde entre 2004 y 2008, se llevaron a cabo nuevas adquisiciones. Casi 30 años después, la colección suma 115 piezas contemporáneas. “Faltan algunos nombre pero se irán incorporando poco a poco”, afirma el artista.

Arte Contemporáneo en Palacio. Pintura y escultura en las Colecciones Reales está comisariada por Cristina Mur de Viu, quien no ha seguido un criterio museístico a la hora de ubicar las piezas en las diez salas elegidas. Tampoco se ha regido por técnicas o movimientos artísticos, simplemente ha organizado el recorrido para que el visitante pudiera contemplar las obras y percibir, llegado el caso, los cambios producidos en la colección desde sus inicios.

La verdad es que el resultado no puede ser mejor. En las primeras salas, las dedicadas al grupo El Paso están, entre otros muchos, sendos cuadros de Luis Feito –Sin título n.128 B y n. 374–, dos óleos de Rafael Canogar –Vestido de Luces (1963) y Nocturno Urbano (1990)–, una arpillera de Manuel Millares –Objeto Negro (1968-1969)–, un óleo sobre lienzo de Antonio Saura –Dora Maar visitada (1983)– y, por supuesto, Pablo Palazuelo con su Sinensis IV (1990) y un acero cortén forjado titulado Toltec VIII (1988). Tampoco faltan creaciones de José Guerrero ni de Lucio Muñoz.

La nómina de artistas continúa en las salas siguientes con Hernández Pijoan, Rafael Casamada, Miguel Ángel Campano, José Manuel Broto, Esteban Vicente, Cesar Manrique, Carmen Laffón, Darío Urzay… Nos detenemos un instante ante dos cuadros que además de interesantes, no son fáciles de ver. Llevan las firmas de Miquel Barceló y de José María Sicilia, respectivamente. Flor Negro, de este último, descansa normalmente en la Sala del Consejo de Ministros en La Moncloa. Está fechado en 1988 y en él su autor ha sabido combinar perfectamente lo abstracto –el fondo blanco– con la figuración: un sencillo trazo negro. El lugar habitual de la obra de Barceló es el Palacio del Pardo, en el salón donde reciben los Reyes. Corresponde a una época en la que al artista le gustaba representar el paisaje y los fenómenos naturales, en este caso la lluvia. Forma parte de una trilogía que creó tras un viaje por tierras africanas, a la que dio el nombre de Estación de lluvias 1 y 2 y El diluvio, con la que quiso representar un río durante un temporal.

Las dos pinturas de Eduardo Arroyo están en la sala 8. Son dos óleos: El baile del 14 de julio (1989) y Gugliel Motel número 5 (1972). Esta última es un modo particular de ver Suiza, con la representación de montañas nevadas, relojes, cruces blancas y monedas. Un poco más adelante, Alfonso Fraile, Agustín Ibarrola, Juan Barjola y una escultura de Julio López Hernánez: El sueño y la Vigilia (2000).

Hay un espacio para las cinco obras que recibieron como regalo de boda los entonces príncipes, que donaron a Patrimonio Nacional: La lady (2004), una de las típicas espirales de Martín Chirino, Un-Cap (1989), de Salvador Victoria, Corazones que vuelan libres (1993) de Alberto Reguera, Abstracción, de Agustín Ibarrola, y Fósil 1, de César Manrique.

Todas estas piezas formarán parte, aproximadamente dentro de un año, de los fondos permanentes del Museo de las Colecciones Reales, cuyas obras están a punto de terminar.

Abierta hasta el 28 de febrero. María Pura Ramos

Eduardo Arroyo. Baile del 14 de Julio.
Pablo Palazuelo. Sinensis IV
[mk_image image_size=»medium» lightbox=»true» target=»_blank» caption=»Agustin Ibarrola. Abstracción, 2002″ caption_location=»outside-image»]