El arte colonial protagonista de la subasta de Abalarte
La sala de la calle Juan Bravo presenta una sobresaliente selección de piezas de arte colonial, que se convierte en el protagonista en lo que a artes decorativas se refiere, destacando el lote 443 una batea, de 106 cm de diámetro, plato de madera en este caso de cedro, de gran tamaño con profusa decoración, del Virreinato de Nueva España, s. XVIII. Representa una escena central enmarcada por una orla de color rojo carmín y una ancha cenefa de motivos vegetales dorados, lo más característico de estas obras eran las técnicas de lacado, en este caso maque, el término maque es el sinónimo del término laca más utilizado en Nueva España, maque o laca, por influencia europea, ya que imitaba los fondos negros y brillantes de las lacas asiáticas, de moda en la primera mitad del siglo XVIII. La diferencia fundamental con la laca oriental es que esta procede de una resina vegetal y el maque de la grasa de un insecto, esta obra procede de los talleres de Pátzcuaro, que destacaban no solo por su variedad iconográfica, en la que confluyen influencias occidentales y orientales, sino por su perfección técnica, nos encontramos con obras similares en el Museo de América de Madrid, así como en el Museo de Artes decorativas, sin duda una de las estrellas de esta edición, con una salida en 15.000 euros. Otro lote del digno de mención es el 1156, una cómoda de estrado, en plata cincelada del Virreinato del Perú, S XVIII, con tres cajones, decorado profusamente, con motivos vegetales, hojas de acanto, tornapuntas y espejos, repujado, sobre patas de garra, que se ha tasado en 12.000 euros. Otra muestra de este arte de mestizaje de culturas es el 404, un arca en laca urushi namban, de Japón, S. XVII, periodo de transición Momoyama- Edo, con incrustaciones de nácar, que partirá de 7.000 euros, muestra del eclecticismo artístico oriente occidente que se plasma tanto en los materiales, como en la tipología del mobiliario, el urushi es una resina pastosa que procede del árbol del mismo nombre, cuando esta savia se consolida en una pieza de madera hace que se convierta en un objeto resistente, impermeable, tolerante a los efectos de la sal y antixilófagos, garantizando así su durabilidad, por lo que era muy utilizado en objetos para la exportación, en este arca nos encontramos con una variante del lacado que incrusta trozos de nácar, a ésta técnica se la denomina raden la decoración de la laca Namban tiene características comunes que los diferencian de las lacas producidas para los japoneses, una pieza similar fue comprada por el Estado en esta misma sala en su edición de abril de 2017 por 9.000 euros, veremos esta vez sí ocurre lo mismo.
Además la sala de Juan Bravo nos presenta otras piezas de calidad en porcelanas como el 416, unos jarrones de Meissen fechados en 1739, cubiertos por cientos de flores aplicadas con tapas rematadas por pájaros, sobre flores, frutas y hojas, con un precio de salida en 9.000 euros. El 1365, una pareja de jarrones estilo Luis XVI en porcelana, franceses s. XIX, con guarniciones en bronce dorado con decoración de cartelas con escenas galantes y paisajes, con asas en bronce dorado de faunos, tasados en 12.000 euros o el 1198, una guarnición de reloj de sobremesa con guarnición de candelabros de siete luces en bronce dorado y porcelana tipo Sèvres, segunda mitad S. XIX en 15.000 euros.
Sin olvidarnos a modo de pinceladas de otros lotes como el 376 un busto en basalto y alabastro, Escuela italiana, S. XVI del Emperador Augusto con salida en 20.000 euros o el 1307, un bargueño Napolitano del S. XVIII en madera ebonizada, carey y bronce dorado, con placas de cristal pintado con temas mitológicos, sobre mesa de madera ebonizada que partirá de 15.000 euros. Mariano Santos @AntgOln