EL ‘AQVA’ VERTEBRA EL RECORRIDO DE LA XXI EDICIÓN DE LAS EDADES DEL HOMBRE
La muestra de arte sacro regresa a Zamora 15 años después para proponer una reflexión en torno al agua como fuente de vida. Podrá visitarse en la Colegiata de Santa María de Toro y la Iglesia del Santo Sepulcro.
Tierra de panes y de vinos, Zamora es una provincia delimitada geográficamente por una línea natural: el Duero. Este río atraviesa de este a oeste el territorio, dividiéndolo en dos y estableciendo sendas zonas claramente diferenciadas. Su presencia es notoria en la provincia, por eso no extraña que los organizadores de la presente edición de Las Edades del Hombre se hayan inspirado en él para concebir la exposición, que este año se celebra en Toro.
Aqva es la primera monográfica que se organiza en torno al agua, elemento simbólico ampliamente utilizado en la tradición cristiana como fuente de vida, pureza y resurrección. Desde el bautismo y el milagro de la conversión del agua en vino, hasta el lavatorio durante la Última Cena, los episodios en torno a la vida de Cristo han estado relacionados con el agua. Ahora la XXI edición de la muestra sacra repasa muchos de ellos a través de los tesoros que se presentan en las dos sedes donde se puede visitar la exposición: la Colegiata de Santa María la Mayor y la Iglesia del Santo Sepulcro, ambos templos ubicados en Toro.
En la Colegiata, joya arquitectónica de la ciudad, se exhiben los cuatro primeros capítulos de AQVA. Un discurso que comienza con el agua de vida –tratada desde una perspectiva natural y antropológica– y continúa con la historia de la salvación, desde los orígenes con personajes del Antiguo Testamento hasta la figura de Juan Bautista, que merece un capítulo aparte en la muestra. La relación de Jesús con el agua también se trata en una única sala, donde se narran episodios como la vocación de los primeros discípulos –pescadores–, las bodas de Caná, el encuentro con la samaritana en el pozo de Sicar o el momento en que Pilatos se lava las manos.
Los dos últimos apartados se localizan en la Iglesia del Santo Sepulcro, que se encuentra en la Plaza Mayor. Uno de ellos se consagra al sacramento del bautismo, a través de pilas bautismales, recipientes para guardar el agua que se derrama sobre el bautizando, olieras y crismeras donde se guarda el óleo. El recorrido finaliza con imágenes de varios santos y un Cristo resucitado.
Más de 130 obras procedentes de diócesis, museos, colecciones particulares y galerías integran el recorrido, jalonado con obras de Pedro Berruguete, Francisco de Zurbarán, Gregorio Fernández o Salvador Carmona. En esta ocasión, además, se ha programado una presencia significativa de artistas contemporáneos, entre los que destacan Antonio López o Carmen Laffón.
Desde la celebración de Remembranza en el año 2001, no había tenido lugar en la provincia de Zamora ninguna otra exposición de Las Edades del Hombre. Esta circunstancia, sumada a la riqueza patrimonial de Toro, convierte a esta localidad en el lugar idóneo para acoger un acontecimiento de este tipo. Las Edades del Hombre es una iniciativa que nació en 1998 con el objetivo de proteger, difundir y promocionar el arte sacro de Castilla y León. Desde su primera edición, celebrada en Valladolid, y a lo largo de estas dos últimas décadas, se ha convertido en toda una referencia nacional de la riqueza castellana patrimonial, cultural e histórica.
Podrá visitarse hasta el 14 de noviembre. Sol G. Moreno