Vela Zanetti y Bores, las mejores ventas de la licitación en pintura
Lo de Fernando Zóbel (1924-1984) empieza a ser como una cantinela, una especie de salmodia que se repite, aunque cada aparición tenga su interés particular, su cadencia personalizada, y, por supuesto, su dificultad. Porque vemos ya como algo normal que un lienzo de su mano supere con creces los 30.000 euros, pero hasta muy recientes fechas no era así; es más, no era así en absoluto. Por eso, aunque lo mencionemos como de pasada, es importante no acostumbrarse.
Sabíamos todos que lo lógico era que el buen y atractivo Hot sun, cool fire, 1972 (O/L, 60 x 60 cm; lote 151) –para más datos, dedicado ‘Para Roberto en su nuevo estudio’ con un poema que el autor atribuye a Robert Herrick-, subiera de precio. Y así sucedió, hasta unos más que respetables 50.000 euros, quizá también por los muy atractivos sobre el papel 27.500 euros iniciales. Vaya desde aquí nuestra enhorabuena a la sala, Durán, por esta nueva e importante venta.
El resto de los lotes de la licitación, en cuanto a pintura y escultura se refiere, tenía ya menos interés -es de justicia también reconocerlo-, pero siempre hay lotes con un carácter diferente o un precio especialmente atractivo… Y lo comprobamos de nuevo, como anunciamos que sucedería en los previos (leer).
Por ejemplo: hubo varios pujadores en sala y en los teléfonos que lucharon por la Maternidad, 1979 (O/táblex, 81 x 65 cm; 122) del burgalés José Vela Zanetti; su aspecto tosco, y un tanto duro y áspero de color, seguramente hizo que más de uno alejase la vista, pero para los auténticos coleccionistas de Vela eso siempre es especialmente atractivo. Y así, los 3.000 euros de inicio pronto quedaron superados hasta adjudicarse a un coleccionista en sala que ofreció 8.500 euros finales, precio un tanto bajo para las referencias de hace años, pero nada despreciables tampoco hoy día.
Con José Manuel Broto sucedió algo semejante. Su Suite Victoria XI, 2005 (O/L, 90 x 70 cm; 156) partía de 3.500 euros, y subió hasta adjudicarse a una puja previa en mesa por 4.500 euros. Otras dos buenas compras: Sin Nombre Nº 21, 2004 (O/L, 93 x 74 cm; 157) de Manuel Quejido se vendió por los apenas 2.000 euros de la salida, mientras la pequeña pero trabajada y atractiva Composición (O/L, 49 x 70 cm; 169), de Abraham Lacalle, pasó de 1.200 a unos buenos también 1.900 euros finales.
Sinceramente, me sorprendió la venta por los 5.000 euros de salida del gouache sobre papel pegado a tabla (50 x 65 cm; 149) titulado Bodegón de Francisco Bores, y que en cambio no hubiera interesados por el más interesante, constructivo, temprano aunque más oscuro lienzo de su mano, Bodegón (O/L, 54 x 73 cm; 150), fechado en 1941 y que se ofrecía en unos razonables 15.000 euros. Y ya que estamos con papeles, destacaría la buena compra del papel de Manuel Rivera, Metamorfosis, 1985 (Tm/papel, 50 x 70 cm; 152), que pasó de 1.600 a 2.000 euros. En el mismo apartado, de Ricardo Opisso, su papel con un atractivo y movido Can Can (Tm/pastel, 23,5 x 19,5 cm; 111) se lo adjudicó un teléfono por la salida, 1.700 euros.
En el capítulo de posibles oportunidades, que luego casi nunca se consiguen en el precio inicial, pero que siguen siendo buenas compras, tres apuntes más: Naturaleza muerta (O/L, 146 x 114 cm; 145) de Manuel Narváez Patiño, subió de 600 a 2.250 euros; Ávila (O/L, 60 x 81 cm; 147) de José Beulas, de 2.000 a 3.000 euros; y El Empecinado d’apress Goya, 1985/9 (O/L, 93 x 74 cm; 155) de Álvaro Delgado, de 2.250 a 3.000 euros. Por la salida, 2.000 euros, se vendieron también dos de los tres lienzos que se ofrecían del granadino José María López Mezquita, de la colección de Jesús Azqueta, amigo personal del pintor: Bailarina española, 1940 (122 x 81,5 cm; 117) y Bailarina española (116 x 84 cm; 118). Y del salmantino Zacarías González, Niño en el sofá (O/T, 99 x 66 cm; 108) subió una puja, de 2.000 a 2.250 euros.
Acabamos con pintura antigua, donde resaltó la venta del cobre de Frans Wouters, Ataque en el interior de una iglesia (70 x 87 cm; 86), que subió de 1.200 a 2.250 euros. Poco más. Siempre hay oportunidades, y hay que aprovecharlas. Daniel Díaz @Invertirenarte