Donald Judd. fotografía retrato.
DONALD JUDD: UN DISEÑADOR DE INTERIORES
La Galería Elvira González presenta una exposición del mobiliario diseñado por uno de los referentes artistas del minimalismo.
Podríamos decir que Judd es una importante inspiración para la arquitectura y el mobiliario moderno minimalista. Además de artista, se le debería conocer como diseñador nato. A menudo manifestaba su idea del diseño como algo que debería de ser funcional y no solo artístico, porque de lo contrario –según él– sería absurdo. Sin embargo, en su arte se puede apreciar una estrecha relación con su estilo en decoración. Donald tenía una gran pasión por los espacios y la arquitectura, por eso sus obras no son solo la pieza en sí, sino la combinación de esta con su entorno. Por esta razón nunca quiso que se llamasen “esculturas”, sino “objetos específicos”. Como se puede comprobar, sus creaciones artísticas no se separaban mucho de su estilo como diseñador de interior, parece como si recibiese su propia influencia.
En la Galería Elvira González buscan recuperar la figura de Judd como el gran diseñador de mobiliario minimalista que fue, por ello, se expone una muestra que contiene muebles de madera y en metal pintado, junto con una selección de grabados a través de los cuales, gracias a la apreciación del color y de la definición de las líneas, se valora que además fue un prolífico dibujante. Este autor referente del arte estadounidense del XX, se caracteriza por el material industrial que empleaba para sus creaciones, y en esta exposición se advierte este rasgo en sus muebles. Se trata de objetos compuestos de metal pintado, tornillos… con un resultado de formas rectangulares que nos recuerdan a sus icónicas cajas de colores.
También este estilo se evidencia en el tipo de pintura utilizada, un acrílico industrial. En definitiva, vemos recogido en sus diseños todo su lenguaje artístico que veríamos en sus “objetos específicos”, donde pone de manifiesto el carácter industrial de sus diseños, aunque para los muebles de madera se inspiraba en los folk americanos y aquellos de las comunidades shaker que se instalaron en Estados Unidos durante el XIX.
Es importante mencionar que Donald no empezó a diseñar por una motivación comercial, sino que, debido a su citada pasión por la arquitectura y los espacios, empezó a fabricar estos muebles para su uso personal, hasta convertirse en una figura referente en el mundo del diseño de interior. Nació en Missouri en 1928, estudió Filosofía en la Universidad de Columbia y, en los años 40, comenzó su trayectoria como pintor expresionista, disciplina que abandonará en los años 60 para dedicarse a lo que será su estilo artístico: un lenguaje que nació de su búsqueda constante de la autonomía y la claridad del objeto y del espacio creado por este. Estableció en 1968 su estudio en Nueva York y comenzó a exponer su obra en galerías importantes del resto de Estados Unidos, Europa y Japón. Para otoño de 2017 el MoMA de Nueva York organizará una gran retrospectiva de este artista. Ana Robledano Soldevilla. @ARobledano