Cuatro obras de Kusama aparecen en los archivos de la Smithsonian

Cuatro obras de Kusama aparecen en los archivos de la Smithsonian

Cuatro obras de Kusama aparecen en los archivos de la Smithsonian


Yayoi Kusama, Deep Grief, 1954. Cortesía de Smithsonian American Art Museum.
Yayoi Kusama, Forlorn Spot, 1953. Cortesía de Smithsonian American Art Museum.

Parece como si los Reyes Magos hubiesen pasado por Washington. La institución de la fundación cultural de la capital americana no tenía constancia de estas cuatro piezas, y resulta que estaban allí desde hace más de medio siglo. Datadas y firmadas en 1953 y 1954, la acuarela, tinta, pastel y témpera sobre papel de pequeño formato se descubrieron juntas dentro de un sobre en el Smithsonian’s American Art Museum (SAAM) por la encargada del archivo, Anna Rimel, que se hallaba haciendo unos estudios sobre Joseph Cornell y notificó que el artista regaló estas piezas a la Smithsonian en 1978, cuatro años antes de su muerte. El estadounidense y la japonesa tuvieron una relación muy estrecha en 1962, él era 26 años mayor que ella y la ayudó a abrirse camino en el panorama artístico neoyorquino cuando acababa de aterrizar desde Japón. Estas cuatro obras sobre papel se las compró por 200$ en 1964, así lo detalla la factura de la compra encontrada dentro del mismo sobre. Increíble pensar la cercanía en tiempo de estos hechos cuando sabemos que hoy Kusama es una de las artistas vivas más caras del mundo, con un récord en Sotheby’s de 8 millones de dólares por su pintura Interminable Net #4 el pasado abril en Hong Kong.

Lamentablemente, el SAAM no tiene planes de exhibir estas nuevas obras al público de momento. Pero se han difundido sus imágenes por las redes sociales y sus fans están enloquecidos. Aunque sean de pequeño formato, poseen un valor especial por ser una obra tan temprana en su carrera, de hecho, al verlas, nadie reconocería la mano de Kusama sin ver la firma. Forlorn Spot, Autumn, Fire, y Deep Grief presentan similitudes estilísticas, como los golpes de color en tonos azules y rojos en un ambiente oscuro, nada que ver con lo que hace ahora.

Habrá que esperar a que la Smithsonian encuentre la ocasión para mostrar al público estas piezas. Por el momento, tiene en la agenda una exposición sobre esta artista en la Hirshhorn Collection: el regreso de los Infinity Rooms que se expusieron ahí hace tres años. Esta muestra organizada para abril de 2020 se ha podido llevar a cabo porque el Hirshhorn ha adquirido una de estas habitaciones infinitas de la artista, así como otras esculturas como la calabaza (Pumpkin) de 2016 y otro Mirror Room aún sin anunciar. Una pena no incluir las nuevas obras descubiertas en esta exposición, porque la misma dedica un apartado a la obra sobre papel más temprana de la artista.

Yayoi Kusama, Fire, 1954. Cortesía de Smithsonian American Art Museum.
Yayoi Kusama, Autumn, 1953. Cortesía de Smithsonian American Art Museum.