CLASICISMO DALINIANO

CLASICISMO DALINIANO

Dalí. Il sogno del Classico es el título de la muestra con la que la Fundació Gala-Salvador Dalí y Mondo Mostre –entidad organizadora– rinden un doble homenaje a Salvador Dalí y a los maestros del Renacimiento italiano en el Palazzo Blu de Pisa. La exposición cuenta con 149 obras que abarcan desde 1945 hasta 1982 –145 procedentes de la Fundació Dalí en Figueres, tres de The Salvador Dalí Museum en San Petersburgo (Florida) y una procedente de los Museos Vaticanos–, entre las que encontramos 22 pinturas, 100 estampas de la serie La Divina Comedia y 27 ilustraciones para la Autobiografía de Benvenuto Cellini.

El núcleo central parte de una selección de óleos poco conocidos, cuatro de ellos inéditos: S/T. Según Muchacho en cuclillas de Miguel ÁngelS/T. Moisés según El sepulcro de Julio II de Miguel ÁngelS/T. Cristo según La Piedad Palestrina de Miguel ÁngelS/T. Juliano de Médici según El sepulcro de Juliano de Médici de Miguel Ángel. A través de la relaboración de las obras de Miguel Ángel, Dalí demuestra tanto su respeto absoluto por la tradición y el pasado, como la necesidad de superarlos. Desde su expulsión del grupo surrealista al inicio de la década de los 40, el pintor catalán abandera una nueva postura clasicista y de defensa del Renacimiento.

Es en este contexto en el que se realizan las ilustraciones para la autobiografía de Benvenuto Cellini –uno de los artistas más influyentes del Renacimiento florentino– y las ilustraciones para La Divina Comedia de Dante Alighieri, mientras que el conjunto de lienzos inspirados en las creaciones de Miguel Ángel corresponden a la última época del Dalí pintor a comienzos de la década de los 80.

El estudio sobre los procedimientos técnicos y el método de trabajo del artista corrobora que la realización de este conjunto de pinturas fue rápida. En poco más de un año, Dalí pintó aproximadamente 25 obras de temática inspirada en Miguel Ángel, además de otras 13 sobre Velázquez. Respecto a sus ilustraciones para La Divina Comedia, fue un encargo del Istituto Poligrafico del Estado Italiano en vista a la conmemoración de los setecientos años del nacimiento de Dante.

Dalí empezó a trabajar en Cadaqués durante el verano de 1950, y dos años más tarde terminó las 102 ilustraciones que fueron realizadas utilizando una mezcla de técnicas, principalmente acuarela, guache y tinta sanguina sobre papel en un formato folio. Finalmente, cien ilustraciones fueron reproducidas entre 1959 y 1963 mediante un proceso de fotograbado en relieve de trama xilográfica. Ya en 1945, Dalí recibió el encargo del editor de Doubleday & Company para realizar las ilustraciones de una nueva edición inglesa de The Autobiography of Benvenuto Cellini. Cellini, que había sido escultor, orfebre y escritor, encarna al artista multidisciplinar a quien Dalí aspira.

Esta serie es tan apreciada por Dalí que la guardará toda su vida. Es por este motivo que la Fundación Dalí conserva en la actualidad los originales como parte de su colección. Dalí. Il sogno del Classico está comisariada por Montse Aguer –directora de los Museos Dalí, de la Fundació Gala-Salvador Dalí– y Thomas Clement Salomon coordinador científico de Mondo Mostre– y podrá visitarse en el Palazzo Blu hasta el 5 de febrero de 2017.