CHUS BURÉS: JOYAS SOBRE PAPEL
El diseñador catalán presenta “Portraits and Jewellery”, un libro en el que los fotógrafos Alberto García-Alix, Andrés Serrano y Antoine D’Agata retratan a 73 de sus coleccionistas, que posan ante la cámara con su joya correspondiente.
Chus Burés siempre ha dicho que le gusta que la joya luzca en el cuerpo humano. Tal vez por eso, el libro que acaba de presentar sobre sus creaciones no está lleno de pulseras, anillos o gemelos, como cabría esperar, sino de rostros. Caras de amigos, coleccionistas, artistas o personalidades del mundo del arte que han querido sumarse al proyecto que el diseñador les propuso hace ya dos años. La idea era sencilla: posar con una joya. “Porque las piezas cobran sentido cuando las lleva su dueño”. Todos aceptaron el reto; Juana de Aizpuru, Miguel Zugaza, Santiago Sierra… incluso Carmen Herrera, la gran dama del arte geométrico en Estados Unidos, se prestó a aparecer ante la cámara, a sus 101 años, con una joya inspirada precisamente en sus pinturas.
A los amigos y coleccionistas que siempre han llevado con orgullo las creaciones de Burés, se sumó un trío de fotógrafos de categoría. García-Alix en Madrid, Serrano en Nueva York y D’Agata en París, fueron los encargados de inmortalizar los rostros de aquellos que durante décadas se han convertido en los mejores embajadores del creador por todo el mundo, a menudo relacionado con la cultura. Diseño, arte y fotografía se unen así en este volumen, en el que se puede apreciar tanto las joyas del catalán como las otras ‘joyas’ creadas por los fotógrafos. Un ensayo introductorio del historiador Germano Celant, presidente de la Fondazione Prada y fundador del Arte Povera, completa el libro.
Portraits and Jewellery, editado por El Viso, es una edición limitada de 1.000 ejemplares (100 de ellos se acompañan, además, de una singular joya perteneciente a su serie Subverted). Condensa tres décadas de trayectoria del diseñador, en las que aúna materia, forma y experimentación; pues ha evolucionado desde las formas orgánicas hacia la abstracción, a través de materiales nobles como el oro y la plata, pero también recurriendo al simple canto rodado.
En Nueva York, donde el diseñador trabaja, Andrés Serrano fotografió a personajes como el marchante de joyas Barry Friedman, la coleccionista Lilly Scarpetta o su galerista Mark Benda. Antoine D’Agata firma los retratos de París, entre los que se encuentran el artista Julio Le Parc o la directora de Relaciones Públicas del Museo del Louvre Sabine de la Rochefoucauld. Para Madrid la opción solo podía ser una: Alberto García-Alix, cuyo rostro de perfil de la galerista Juana de Aizpuru, hecho en 1990, es el único que se incluye en el libro que no se ha tomado en los dos últimos años.
“No hay retoques de maquillaje, tampoco vestuario especial. La idea era captar a los retratados en situaciones reales: cómo visten o cómo llevan las joyas”, explicó el propio Burés en la presentación del libro, que tuvo lugar en el Museo de Artes Decorativas, y en el que también participaron la directora del centro, Sofía Rodríguez Bernis, y el subdirector General de Museos Estatales, Miguel González Suelas. Ambos destacaron el éxito de público de la muestra La conciencia de la materia, dedicada al diseñador.
Burés insiste en que sus creaciones no solo deben apreciarse de forma aislada, sino unidas al cuerpo. Algunas de sus piezas más célebres, como la horquilla que apareció en la película Matador de Pedro Almodóvar o el collar de formas orgánicas Les algues de mar en el que colaboró con Barceló, aparecen junto a otras creaciones famosas como la serie de anillos de plata de la colección Infinity Lines o el collar Princess Lelia. Sol G. Moreno