Chardin y las fresas de 24 millones de euros
El único bodegón en el que el artista francés representó esta fruta como tema principal, subastado por la casa parisina Artcurial, se ha convertido no solo en la obra más cara del artista, sino de toda la pintura francesa del siglo XVIII.
Jean-Simeón Chardin pintó a lo largo de su carrera unos ciento veinte bodegones. En ellos suele aparecer una serie de elementos comunes como teteras, melocotones, copas de plata, pequeñas piezas de caza… Sin embargo, La cesta de fresas silvestres es la única obra en la que estos frutos son protagonistas. Esta particularidad es una de las características que Artcurial subraya del lienzo, junto con la calidad de la factura o la simplicidad de la composición.
Esta pieza, que pasó desapercibida en vida del artista, fue exhibida en el Salon de 1761 y posteriormente pasó de una generación en generación en la familia de Eudoxe Marcille; quien heredó también obras de otros artistas emblemáticos del rococó francés como François Boucher y Jean-Honoré Fragonard.
El cuadro estuvo, por tanto, fuera de la luz pública hasta el siglo pasado, cuando estuvo presente en varias exposiciones realizadas sobre el artista en París.
El comprador ha sido el dealer estadounidense Adam Williams, que pujaba en la sala, tal y como confirma Eric Turquin, quien asesoró a la subasta y escribió la entrada del catálogo del chardin. Williams se disputó el bodegón con una galería londinense que pujaba por un coleccionista particular, también norteamericano, y con el marchante de París Eric Coatalem. El interés de este último elevó el precio de la pieza hasta los 15 millones de euros. La estimación de la obra que Artcurial había establecido se encontraba entre los 12 y los 18 millones de euros.
Antes del remate de esta pieza, el récord de pintura francesa del siglo XVIII pertenecía a la casa británica Bonhams: el retrato del duque Francois-Henri d’Harcourt del artista Jean-Honoré Fragonard, que se vendió por 17,1 millones de libras en el año 2013. Sofía Guardiola.