«Mosquete de borda.» Museo Naval.
CERVANTES, SOLDADO DEL MAR
El Museo Naval recuerda el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes con una exposición que titula Cervantes, soldado de Mar, en la que ha reúne piezas que ilustran sus años de militar, junto a varios de sus textos y algunas explicaciones breves sobre ellos. Con ello se trata de vincular ambas cuestiones: su obra literaria y su servicio a la Armada.
El recorrido comienza en la sala dedicada a la Casa de Austria. No podía ser de otra manera, según explican los organizadores de la muestra, “ya que si su más brillante actuación como soldado ocurrió durante el reinado de Felipe II, su más admirada creación como escritor, El Quijote se publicó en tiempos de Felipe III”. Las obras seleccionadas destacan por distintivos de color amarillo, el mismo tono que hace medio milenio portaron en Lepanto las enseñas de las galeras integrantes del ala izquierda de la Santa Liga. De ellas formó parte “la Marquesa”, a bordo de la cual combatió el joven arcabucero Miguel de Cervantes quien, mucho tiempo después, en su madurez, aseveró en la obra cumbre de la literatura española: ”quisiera antes haberme hallado en aquella facción prodigiosa que sano ahora de mis heridas sin haberme hallado en ella”, al recordar sus años de juventud como soldado de mar.
La batalla, que ocurrió el 7 de octubre de 1571, estaba dirigida a frenar el avance otomano en el Mediterráneo. Sus compañeros relataron cómo Cervantes, pese a estar enfermo, decidió combatir porque más “quería morir peleando por Dios y por su rey que no meterse so cubierta”. En 1572 , restablecido de sus heridas, fue asignado a la compañía de Manuel Ponce de León. Con ella actuó en la efímera reconquista de Túnez, que volvió a perderse unos mes más tarde junto con la fortaleza de La Goleta. Fue a su vuelta a España cuando le apresaron los corsarios argelinos que le mantuvieron cautivo durante cinco años. Tras cuatro intentos de fuga, y cuando iba a ser trasladado a Constantinopla con “dos cadenas y un grillo”, fue liberado y pudo regresar a España.
Cervantes fue soldado entre 1569 y 1584 y como tal participó en numerosas acciones de guerra, sufrió heridas y padeció un largo cautiverio en África. Antes y después de esta dura experiencia, combatió siempre en la mar o desde la mar en defensa de los intereses de la Corona española en el Mediterráneo y en el Atlántico. El origen de nuestra infantería de Marina, la más antigua del mundo, data de esta época y de la necesidad de asignar, de manera permanente, algunos de los Tercios de la infantería española a las flotas y armadas.
Abierta hasta el 25 de septiembre de 2016.