Borja Thyssen exhibe parte de su colección en el museo Thyssen
Entre las efemérides que conmemoran el 30 aniversario de la inauguración del Museo Thyssen, acaba de inaugurarse una muestra sobre la colección de Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza. La pequeña muestra, integrada por ocho cuadros, forma parte de la colección de hiperrealistas que está creando la pareja gracias al asesoramiento de Guillermo Solana, director del museo. Entre las obras hay un par de lienzos de Richard Estes y varias escenas urbanas de Dan Jacot, Bertrand Meniel o Raphaella Spence.
Desde ayer y hasta el próximo 15 de enero de 2023, la primera planta del Museo Thyssen-Bornemisza acoge la exposición Hiperrealismo en la colección Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza, que se compone de ocho cuadros de artistas internacionales, sobre todo americanos.
Tras un fin de semana de puertas abiertas, el centro continúa con las efemérides de su trigésimo aniversario con esta muestra, de la que Guillermo Solana es comisario.
Se trata –según palabras del propio museo– de la “primera entrega de una serie de exposiciones que irán siguiendo, año por año, la formación de la colección de arte contemporáneo de Blanca y Borja Thyssen», este último miembro del patronato del museo público.
Hijo adoptivo del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza y de su quinta esposa –Carmen Cervera–, Borja Thyssen ha adquirido en los últimos años obras fundamentalmente modernas y contemporáneas gracias al asesoramiento de Guillermo Solana, según explica la nota de la muestra. La misma nota –la rueda de prensa de presentación se canceló «por problemas de agenda de los participantes»– aclara que «Blanca y Borja han coleccionado de manera muy discreta, consultando con el museo sus adquisiciones recientes, algunas de las cuales se han instalado ya en las salas». Así, a la colección de Carmen Thyssen se suma ahora la de su hijo y nuera en el propio museo.
De momento, el punto de partida son estas ocho pinturas firmadas por Richard Estes, Charles Bell, Don Jacot, Bertrand Meniel, Raphaella Spence y Roberto Bernardi. Todas ellas pertenecen al movimiento hiperrealista, surgido en Estados Unidos hacia la década de 1960.
El recorrido se abre con un par de vistas neoyorquinas de Estes, uno de los mayores representantes del género. Su People’s Flowers y Autorretrato cerca del Oculus en el World Trade Center ilustran perfectamente tanto la temática urbana como la pincelada minuciosa de este tipo de escenas, que a menudo se confunden con fotografías.
Charles Bell refleja otra vertiente del movimiento. Sus naturalezas muertas resultan igualmente realistas y nos hablan de su infancia: canicas, juguetes o personajes de cuento, máquinas expendedoras o de pinball.
Junto a ellos se muestra un óleo sobre aluminio de Don Jacot –miembro perteneciente a la segunda generación del fotorrealismo americano– que ilustra las calles aledañas a Times Square. Finalmente, los europeos Bertrand Meniel, Roberto Bernardi y Raphaella Spence representan la última y más reciente generación del hiperrealismo, superados ya los límites de Estados Unidos y convertido en un género de trascendencia internacional.