Las mejores ventas de la cita fueron sin duda las de los regionalistas sevillanos de siglo XIX
Me temo que lo más esperado de la cita en Isbilya era la venta del San Pedro meditando (O/L, 127 x 102 cm; 163) de José de Ribera, del que hablamos largo y tendido en nuestro artículo de previos. A juicio de los coleccionistas, el estado de la pieza con una superficie un tanto barrida no merecía los 200.000 euros que se pedían por ella, y al final no hubo interesados dispuestos a abonar los 242.000 euros que suponía -sumada ya la comisión de la sala y los impuestos- levantar la paleta por el precio de salida.
Ya que estamos en pintura antigua, sí hubo en cambio un comprador que ofreció los 10.000 euros del precio inicial por los dos espectaculares lienzos con flores de Escuela italiana (probablemente romana según la catalogación) del siglo XVIII: Pareja de bodegones con flores, frutas y caprichos arquitectónicos (O/L, 160 x 100 cm; 100). De los primeros años de ese siglo, sobresalió la venta del lienzo de Antonio Carnicero, Retrato de doña Gracia Lucientes, madre de Francisco de Goya (O/L, 58 x 46 cm; 168), que se vendió al único pujador por los 7.000 euros pedidos, el mismo precio que alcanzó el Retrato de joven con abanico y rosa en el pelo (O/L, 126 x 98 cm; 181), atribuido al sevillano Valeriano Domínguez Bécquer, que partía de los 5.000 euros.
De la primera mitad del siglo XVII, conviene mencionar la Virgen María (O/L, 93 x 74 cm; 103) de Escuela madrileña por la que se ofrecieron un par de pujas, y terminó adjudicándose por 4.000 euros. Y de Escuela sevillana, más tardía ya, su Huida a Egipto (O/L, 119 x 170 cm; 140) se vendió por los 2.500 euros iniciales; buena compra, sin duda.
La gran venta de la subasta fue, como decíamos, la pareja de lienzos de calidad y tamaño notables del italiano Aurelio Tiratelli: Camino de la fiesta (62 x 136 cm; 185) y Regreso de la fiesta (62 x 136 cm; 186) se vendieron por su salida, 17.500 euros cada uno; siendo una noticia buena, no deja de saber a poco, pues se esperaba que por esas piezas se pagase una cantidad, al menos, ligeramente superior… Quizá las veamos dentro de poco en una subasta italiana subir hasta un precio más acorde con su calidad, o en un anticuario por un precio bastante más elevado. Probablemente, poco antes debió pintar Francisco Pradilla su acuarela con Picador (35 x 25 cm; 763), que se vendió por la salida también, 1.300 euros en este caso.
Entrado ya el siglo XIX, destacó el apartado regionalista, con interesantes luchas por hacerse por varios lotes, especialmente de mano de pintores sevillanos en particular o andaluces en general, como es lógico que suceda en esta sala. Y así, de Gonzalo Bilbao se pagaron 6.500 euros por Escena de campo (O/L, 66 x 85 cm; 187) y 3.500 euros por Crátera con flores (O/L, 101 x 82 cm; 202). Alto interés despertaron las pequeñas tablitas de apenas 10,5 x 18 cm de José Arpa, que partían desde los 600 euros: Vista del río y la Torre del Oro (189) se remató por 1.700 euros, mientras Vista del río y Monasterio de la Cartuja (190) terminó adjudicándose por 1.800 euros. Y de Manuel García Rodríguez, su Paisaje (O/T, 56 x 35 cm; 257) se vendió por los 3.000 euros de la salida. También hubo interés por el gibraltareño Gustavo Bacarisas; su Retrato de personaje (O/L, 47 x 47 cm; 194) subió de 3.000 a 3.600 euros.
Acabamos con el siglo XX. No se vendió el dibujo a carboncillo de La niña (24 x 29 cm, 4.000 euros; 647), de Carmen Laffón, probablemente por haber sido restaurado posteriormente y tener algunos añadidos. Subieron los sevillanos. De Joaquín Sáenz, Cristalera azul a la luz III, 1985 (O/L, 116 x 89 cm; 606) pasó de 4.000 a 5.000 euros mientras Boceto para el cartel Ochocientos años de la Giralda de Sevilla, 1997 (carboncillo y pastel, 98 x 68 cm; 645), se quedó en los 2.000 euros iniciales, buen precio para un boceto. El lienzo de 33 x 33 cm de Manuel Salinas, Sin título (601) se adjudicó por los 1.000 euros iniciales, el mismo precio que alcanzó Rojo sobre gris, 2003 (O/T, 25 x 30 cm; 602) de José Soto que partía de los 800. Daniel Díaz @Invertirenarte