Pinturas españolas y bordados del atelier Dolce&Gabbana en Nicolás Cortés
La galería madrileña presenta en colaboración con la firma italiana una exposición que repasa La evolución de la retratística y la moda desde el siglo XV al XX, donde combina casi una veintena de obras de artistas como Van der Hamen, Raimundo de Madrazo o Fortuny con cinco prendas de la colección Alta Moda y Alta Sartoria.
Cuando el arte y la moda caminan de la mano, resultan experiencias singulares como los diseños que Domenico Dolce y Stefano Gabbana presentaron en 2019 en la Pinacoteca Ambrosiana de Milán. La pintura se hace bordado en la colección Alta Sartoria que posee prendas como la excepcional capa bordada según la composición Cesto de frutas de Caravaggio.
Ahora este diseño se exhibe en la galería Nicolás Cortés junto a otros vestidos y abrigos inspirados en obras de pintores españoles, concretamente retratos de damas y caballeros vestidos con ricos ropajes. Junto a ellos, arropándoles, un total de 17 lienzos firmados por Jacob Van Oost, Cornelis Schut, Maíno, Ramón Casas o Zuloaga, entre otros.
El diálogo que se establece entre ambos grupos de piezas permite demostrar las sinergias existentes entre la pintura y la moda, que siempre han seguido una evolución paralela. No en vano, una de las líneas de investigación más recurrentes a la hora de estudiar la datación de un determinado retrato se centra en la vestimenta del efigiado, así como el peinado o las joyas.
La evolución de la retratística y la moda desde el siglo XV al XX trata precisamente de mostrar ese recorrido a través de tres secciones: una primera reflexión sobre el papel de la moda como elemento identificativo de tiempos y épocas determinadas; una segunda parte sobre la importancia de los retratos como símbolo de poder; y, finalmente, un repaso por las edades del hombre, desde la niñez hasta la senectud, con las que ilustrar no solo el estudio psicológico sino sus diferentes atuendos de los personajes.
Cronológicamente, la muestra parte del retrato tardomedieval del Maestro de A.E. que representa una escena de la Pasión de Cristo, donde los donantes aparecen ataviados con singulares ropas. Continúa en el Renacimiento, con ejemplares como Retrato de caballero de Francesco Salviati, y en el Barroco austero de Juan Van der Hamen, cuyas lechuguillas típicas españolas han inspirado a los diseñadores italianos para el cuello de muchas de sus capas. Tampoco falta el detallismo de la escuela flamenca, que aquí encarnan Schut o Van Oost el Viejo.
Como decíamos al inicio, Dolce&Gabbana presentó en una pinacoteca milanesa hace año y medio una colección relacionada con obras de arte. Pero no ha sido la única. Lo cierto es que el atelier ha desarrollado varias colecciones con influencias artísticas durante los últimos años.
En su campaña de otoño 2012 fijaron su mirada en las formas del Renacimiento italiano –cabe mencionar un abrigo inspirado en la obra favorita del barón Thyssen-Bornemisza pintada por Ghirlandaio–, una experiencia que repitieron al año siguiente, esta vez basado en el arte bizantino. Y en 2014 rememoraron los templos y teatros romanos.
Para esta ocasión en Nicolás Cortés han seleccionado cinco diseños, que encuentran el contrapunto perfecto en los retratos elegidos por la galería madrileña. Así por ejemplo, Aline en azul de Raimundo de Madrazo descansa junto a un vestido de semejantes tonos e igualmente vaporoso creado por la firma italiana. Del mismo modo, se puede comparar el vestido de volantes y chal con aire español de Dolce&Gabbana con la pintura que hizo Romero de Torres a Raquel Meller.
Con las obras expuestas se establece por tanto una simbiosis entre moda y pintura, que nos lleva a reflexionar sobre el devenir de la indumentaria tradicional a lo largo de la historia. Un diálogo que podrá visitarse de forma presencial hasta el 25 de febrero. Paralelamente, la galería ha diseñado un recorrido 3D que permite también la experiencia virtual.