Bruce Nauman en el Museo Picasso Málaga
Hacía mucho tiempo que no se presentaba en nuestro país una exposición en torno a Bruce Nauman ( Fort Wayne, Indiana, 1941) desde la retrospectiva que organizó el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en 1993, que incluía más de 60 obras de todas sus etapas. Ahora el Museo Picasso Málaga presenta en sus salas hasta el 1 de septiembre la muestra Bruce Nauman. Estancias, cuerpos palabras, comisariada por Eugen Blume y por José Lebrero, director artístico del Museo Picasso, que han seleccionado casi un centenar de obras, muchas de ellas en gran formato, de uno de los grandes creadores contemporáneos que siempre ha rechazado la categorización y que en los últimos cincuenta años ha optado por entender el arte como un proceso o actividad más que como productor de objetos. La exhibición cuenta con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”.
En la obra del artista norteamericano se rastrean numerosas influencias de otras disciplinas con creadores innovadores como Samuel Beckett o Canetti en literatura, Wittgenstein o Foucault en filosofía, John Cage o Steve Reich en música experimental y Merce Cunningham en danza moderna, que también le han servido para hacer partícipe a los espectadores de sus obras y a que interactúen con ellas. A través de las instalaciones arquitectónicas, esculturas, neones, vídeos, dibujos y serigrafías, entre otros formatos, nos ofrece una pluralidad de modos para reflexionar sobre lo mutable del tiempo, del espacio, del movimiento o del lenguaje, que son un territorio poco estable que quizá nos ayuden a comprender nuestro lugar en el mundo, saliendo de nuestra zona de confort para que nos mantengamos vigilantes de todo lo que acontece en nuestro entorno.
A Nauman siempre le ha interesado la filosofía de Wittgenstein por su critica a la validez del lenguaje, su significado y representación , visible en Violines, una composición de 1983, pero también la desesperanza de los personajes de Beckett en Maqueta para Habitación con mi alma afuera, creada un año después por el norteamericano. En muchas de esas piezas late el conflicto, la tensión y la angustia, en un proceso de investigación permanente.
Hay en su proceso artístico un constante ejercicio de provocación para que las personas que se acercan a sus obras reaccionen emocionalmente, que no dejan de ser una respuesta ética, no exenta de ironía para investigar ese equilibrio inestable de la palabra con el público, el espacio y la obra de arte expuesta que en el caso de los lugares del Museo Picasso Málaga supone la instalación de diez de sus trabajos en los espacios arquitectónicos del museo, desde la escultura Anillos de humo 2: Túneles concéntricos sesgados, no comunicantes; la videoinstalación Tortura de payaso, 1987; o Presión corporal, 1974, entre otras, lo que fomenta esa constante participación activa del público con su obra y con el espacio que la acoge. Nuevamente lo vemos en Para niños (2010), aunque siempre con resistencia a lo impuesto.
Para poder organizar una muestra tan ambiciosa los organizadores han conseguido el préstamo de piezas procedentes de numerosas colecciones y museos nacionales e internacionales, destacando la colección Friedrich Christian Flick de Berlin,el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de la Junta de Andalucía; las colecciones de «la Caixa». Arte contemporáneo, Bergé, MACBA y Museo Reina Sofía. Y de museos europeos como el Kröller-Müller Otterlo; la Liebelt Collection, Hamburgo; la Coleçao Berardo, Lisboa; la Staatsgalerie Stuttgart, o la Tate, Londres, así como The Art Institute of Chicago, Chicago; Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York; y The Sonnabend Collection Foundation, Nueva York, entre otras instituciones culturales, además de numerosas colecciones particulares.
Junto a la organización de la exposición también se ha editado en español una publicación de referencia que recoge una recopilación de entrevistas con el creador norteamericano Por favor, preste atención, por favor: palabras de Bruce Nauman. Escritos y entrevistas de Janet Kraynak, que fue publicado en inglés en 2005 por MIT Press, y que ahora será traducido al español por la voluntad de dicha editorial, del Museo Picasso Málaga y de la editorial Antonio Machado.
Sin duda, la edición en español servirá para conocer mejor a Bruce Nauman, un personaje taciturno e introspectivo, pero que aclarará su punto de vista conceptual y filosófico que define de algún modo su pensamiento y que ayudará a clarificar su obra. Junto a esta iniciativa editorial, también se ha editado el catálogo que incluye textos de los dos comisarios y algunos otros de autores como Gaston Bachelard, Elias Canetti, Hannah Arendt, Michel Foucault y Samuel Beckett; así como textos historiográficos de Marcia Tucker, Kathryn Chiong y Rosalind Krauss.
Y además una serie de actividades paralelas como un ciclo de cine de Verano en el jardín del Museo Picasso Málaga; sesiones de terapia Gestalt, que tanto han interesado a Bruce Nauman en la fenomenología y el conductismo para indagar sobre la conducta humana; un taller de danza; un programa especial a finales de agosto para abordar la obra de Nauman en relación con otras disciplinas artísticas como la música o la literatura, entre otras.