Naty Abascal, una vida dedicada a la belleza
Una personalidad como Naty Abascal (Sevilla, 1943) ha ejercido y sigue ejerciendo fascinación en el mundo de la moda nacional e internacional. Ahora una exposición organizada por Telva Tributo en su segunda edición- la primera fue dedicada a Paco Rabanne- en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comisariada por Eloy Martínez de la Pera, le rinde tributo y permite seguir una crónica de la moda y, sobre todo, de su vida como modelo y estilista, a través de una figura que ha trascendido las fronteras nacionales porque tuvo complicidad con los mejores diseñadores, artistas y fotógrafos desde mediados de los años 60 hasta la actualidad. En la segunda mitad de los ochenta fue incluida en el libro Hall of Fame por su elegancia y distinción.
La muestra reúne no solo piezas de alta costura de los grandes modistos de la segunda mitad del siglo XX, con cerca de 60 vestidos, decenas de libros de su biblioteca que traslucen su interés y curiosidad por la fotografía, el arte y el diseño, obras de arte que cuelgan en sus casas de Madrid y Sevilla de algunos de los mejores pintores y fotógrafos con los que trabajó o trabó amistad. El director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fernando de Terán, durante la presentación valoró muy positivamente la iniciativa y dijo que esta disciplina y en concreto la colección de Naty Abascal llama la atención la belleza, la elegancia y la cultura, algo en lo que ahondó Olga Ruiz, directora de Telva, quien subrayó que la moda debería ser considerada una bella arte más porque nos cambia la perspectiva y añadió que Naty Abascal simboliza «la alegría de vivir».
Por su parte, Eloy Martínez de la Pera, destacó que esta exposición es especial porque refleja la vida de una persona a través de su atuendo y de los objetos que ama. Naty Abascal estuvo en los años 60 cuando Balenciaga cerraba su atelier, en los 70 en Nueva York con Andy Warhol y La Fábrica y también en la Gran Manzana cuando la moda se transformó y apostó por el color, uno de los ejes del gusto de Naty Abascal. En el recorrido está presente «el universo vital, intelectual y humano de Naty Abascal. Todo le interesa. Es una apasionada de la belleza, siempre culta, sensible y emotiva».
El diseño del recorrido se articula en seis secciones: Raíces, Pasión, Amistad, Admiración, Única y Siempre, en un tránsito vital por todos esos vestidos y objetos artísticos que han sido una referencia en el universo de Naty Abascal. Entre los vestidos seleccionados por el comisario están algunos de los mejores diseñadores de alta costura de la segunda mitad del siglo XX y las casi dos décadas del XXI, con presencia del citado Balenciaga, Valentino, Givenchy, Armani, Óscar de la Renta, Yves Saint Laurent, Azzedine Alaïa, Elie Saab, Cavalli, Jacqueline de Ribes y Ralph Lauren, entre otros. Los maniquíes con sus vestidos están siempre con accesorios y su gusto por el detalle enlaza con ese diálogo interdisciplinar que siempre ha cultivado Naty Abascal.
Hay un buen ejemplo de estatuaria clásica, la diosa Flora encontrada en Villa Adriana y cuyo vaciado hoy se conserva en la Real Academia de San Fernando, que representa la primavera y que se considera como un prototipo de belleza en el mundo antiguo. Y esa escultura incluida por el comisario quizá sea una alegoría del resto de piezas, tanto las de alta costura como de otras disciplinas como las fotografías de Richard Avedon, de Peter Beard, de Lord Snowdon o de Norman Parkinson, entre otros, pero también los grabados de algunos de los artistas más importantes del siglo XX con los que Naty Abascal mantuvo contacto e incluso amistad con muchos de ellos: Salvador Dalí, Andy Warhol, Francis Bacon, Tom Wesselman, Roy Lichtenstein, Fernando Zobel, Gunter Förg o Jimmy Millán, así como cerámicas andaluzas y esa colección de polveras de Estée Lauder o un bolso de Bulgari cedido para la exposición.
Y varias torres de libros de sus biblioteca personal, que acompañan las diferentes partes de la exposición, donde podemos rastrear sus intereses por el orientalismo, por las vanguardias y nuevas tendencias artísticas del siglo XX, por la fotografía con ejemplos de los fotógrafos que se inspiraron en ella para las grandes revistas como ese libro de Peter Beard que forma parte de su colección, pero también por Helmut Newton, transgresores como Picasso y Rothko, entre otros, y catálogos de los grandes couturiers y de otros creadores en diferentes disciplinas artísticas que subrayan aquellos atributos que la han convertido en uno de los símbolos de la elegancia internacional. Julián Hernández
Hasta el 2 de diciembre de 2018