Interesante Cristo crucificado de marfil del s. XVII en Isbilya

Interesante Cristo crucificado de marfil del s. XVII en Isbilya

De diferentes épocas, técnicas y procedencias, la casa sevillana nos ofrece una amplia variedad de tallas, que van desde el s. XVI al XX. Del s. XVI, destacan una serie de obras, entre las que está un “San Bartolomé Apóstol” (380) en madera tallada, dorada y policromada del círculo de Alonso Berruguete (1460-1561), se podrá empezar a pujar por ella en 9.000 euros. El 222 es un relieve en madera policromada y dorada en el que se representa el “Entierro de Cristo”, realizado en la Escuela Castellana del s.XVI y por el que se ha estimado un precio de salida de 24.600 euros. De este mismo siglo son dos obras en mármol: el 437, “Busto de emperador romano” vistiendo túnica y coronado por laurel de la Escuela Italiana, es de prever que los 3.000 euros de su salida suban algunas pujas debido a la buena aceptación de este tipo de piezas entre los coleccionistas. Y el 808, una “Virgen con Niño” de 57 cm de altura por la que piden 10.000 euros de inicio.

 

El siglo XVII está muy bien representado por una serie de obras como el 240, una pareja de relieves en barro policromado del gran escultor granadino José Risueño (1665-1721), influenciado por Alonso Cano, Pedro de Mena, y sobre todo, Diego y José de Mora con los que se formó. A lo largo de su carrera utilizó diferentes materiales para su obra como la piedra, la madera o el barro. Como estos que nos ofrece la sala sevillana y que recuerda muy de cerca a las realizadas por Luisa Roldán (1652-1706). De ella, hereda las figuras en pequeño formato, con composiciones en las que los diferentes personajes se unen a través de sus gestos y sus miradas. Así mismo, su policromía nos recuerda a las realizadas por Alonso Cano. Atentos por lo tanto a estas piezas que comenzarán en 20.000 euros. El 823, es una “Inmaculada” de la Escuela Andaluza, una delicada talla en madera tallada y policromada de 55 cm de altura sobre peana de 22 y por la que piden 10.000 euros de inicio. Pero quizás la pieza más interesante de este siglo es el 270, un extraordinario “Cristo crucificado” en marfil de la Escuela italiana. Se presenta sobre cruz en metacrilato con aplicaciones antiguas en metal dorado en los extremos, todo ello sobre peana en madera tallada y policromada. El Cristo tiene un considerable tamaño de 85 cm y brazos de 30 cm. Se ha estimado por él un precio de salida de 36.000 euros. En este mismo material sobresale también el 352, “Piedad” de la Escuela Indoportuguesa, en este caso comenzará por 12.000 euros, una cifra algo elevada aún para estas obras tan buscadas por los coleccionistas.

 

En lo que respecta al siglo XVIII, no puedo dejar de hablar del 347, “Virgen del Carmen”, que con sus 45.000 euros de partida, es el lote más alto de todas las artes decorativas. De la Escuela genovesa, se trata de una Virgen de candelero con tronco, cabeza y manos en madera tallada. Con un importante vestido en seda bordada con hilo de plata e incrustaciones en cristal. Destaca su corona de plata de 38 cm de altura. Porta Niño Jesús y cetro. El 311, es un singular “Santo” de la Escuela brasileña, tiene 71 cm de altura y empezará en 12.000 euros. Atractivo también es el 374, un “Calvario” de la Escuela española, en el que se representa a Cristo expirante y la Virgen sobre las piedras del Gólgota. Empezará en 6.000 euros.

 

Del s. XIX encontramos dos piezas especialmente llamativas: 438, una magnífica pareja de copas en mármol tallado con figuras de niños con vides y uvas, de la Escuela francesa, tienen una altura de 90 cm y podrán comprarse a partir de 7.000 euros. Y el 418, “David con la cabeza de Goliat” por Chiurazzi, una de las fundiciones más importantes de finales del s. XIX. Establecida desde 1870 fue una de las fábricas más importantes de replicas en Italia. Desde la década de 1860, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, empezó a dar permisos para la reproducción oficial de copias de su colección de esculturas entre las que se encontraban los hallazgos de Pompeya y Herculano. Es así, como surgieron en Nápoles empresas como la de Chiurazzi, debido al gran interés que despertaban este tipo de obras entre los turistas, museos e instituciones educativas. Se ha pensado por ella 6.000 euros como comienzo.

 

“Liseuse” de hacia 1970 es una de las obras más destacadas del s.XX, una figura crisoelefantina (417) siguiendo modelos de Carrier-Belleuse, piden por ella 3.200 euros.

 

La plata es otro de los apartados con mejor representación, en el que destacan lotes como el 253, un portaviático del s. XVI en forma de caja rectangular y en su interior una caja-hostiario con dos vasos circulares para el santo óleo. Rematado por un Cristo crucificado. Empezará en 3.300 euros. De hacia 1749-1755 es un interesante “Copón” en plata punzonada de Zaragoza con tapa e interior en plata sobredorada, partirá de 1.600 euros. Y ya del s. XX, tres son los lotes más sobresalientes, 840, 254 y 268: el primero una sopera sobre bandeja, con un considerable peso de 15 kgs., lo que hace que su tasación inicial ascienda a 8.000 euros. El segundo, es una pareja de candelabros de cinco luces con marca de Muñoz Garrido y 5 kgs. de peso, en este caso comenzará en 2.500 euros. Y el tercero, un juego de café y té en plata peruana de principios de siglo y un total de 6,870 kgs, todo ello por 2.800 euros.

 

En lo que se refiere al mobiliario, Isbilya, fiel a su estilo nos ofrece dos extraordinarios bargueños, pero con una estimación inicial demasiado elevada para la tendencia de este tipo de piezas en el mercado secundario. Me refiero al 224, escritorio de taracea mudejar de doble tapa, este tipo de obras constituyen la obra más rica del s. XVI en España, hasta 1575 aproximadamente, momento en el que aparecen nuevos conceptos decorativos de influencia europea. Un ejemplar con una estructura idéntica a este se encuentra en el Museo de Artes decorativas de Madrid con el número de inventario 1.112. Aunque se trata de un mueble extraordinario, los 14.000 euros en los que parte, como ya he dicho, resultan demasiado elevados. Algo parecido le ocurre al 334, un contador flamenco del s. XVII en madera ebonizada, carey y aplicaciones de bronce por 12.000 euros.

 

Atentos también al 860, un tapiz de Bruselas del último cuarto del s. XVI en lana y seca con escenas cinegéticas, lástima que no aparezca marcado, comenzará en 20.000 euros. Mariano Santos @AntgOln