Un rubens tardío recién aparecido, lo más destacado de BRAFA 2018
“Diana y ninfa cazando ciervos” será una de las obras más destacadas de la 63ª edición de la feria, que se celebra entre el 27 de enero y el 4 de febrero. Además, presenta una pintura de Magritte oculta en manos privadas durante 30 años que se vende por 4,2 millones de euros. En esta ocasión, la participación española se eleva a tres galerías: Bagot Arqueología, Guilhem Montagut y Bernat.
La primera feria del año calienta motores en Tour & Taxis de Bruselas. Este sábado Brussels Antiques & Fine Arts Fair (BRAFA) inaugura la edición número 63 con su habitual apuesta por la diversidad cultural y ofrece un sinfín de posibilidades para el coleccionista, ya sea experimentado o novel. Fiel a su lema del ‘eclecticismo total’, los organizadores proponen un recorrido por más de cuatro siglos de historia del arte, a través de gran variedad de esculturas, pinturas, dibujos, tapices, cristalería, porcelana y joyas.
En 2017 la feria cerró con un récord de público: 61.250 visitantes. Según explica Harold t’Kint de Roodenbeke, presidente de BRAFA, en esta ocasión no solo aspira a superar ese número, sino que también busca renovar la mirada del espectador con respecto a las 15.000 piezas expuestas (seis décadas de feria son muchos años para ofrecer siempre lo mismo). Por eso, el comité organizador tiene previsto impactar al visitante con Three Store, una gigantesca instalación de 14 metros de largo concebida por Christo en su juventud. El autor búlgaro toma así el relevo de Julio Le Parc como artista invitado en Brussels Art Fair.
De las 134 galerías participantes en la presente edición, cabe destacar la quincena de anticuarios que se estrenan en 2018. Dos de ellos españoles, por cierto. Guilhem Montagut y Bernat se unen por primera vez a Bagot, único asistente nacional durante los dos últimos años, haciendo la presencia española más fuerte que nunca. Esta última reitera su apuesta por las civilizaciones antiguas –etrusca, egipcia y mesopotámica– con un singularísimo vaso griego kylix en el que aparece una escena erótica atribuida a un pintor conocido como Wedding Painter. Las figuras representadas son poco comunes, por eso elevan el precio de la pieza hasta los 225.000 euros. Por su parte, Bernat presenta piezas relevantes de la Corona de Aragón en el XIV, como la Virgen con el Niño y ángeles músicos, pintura al temple y oro del Maestro del Misal de Reus que ofrece por 220.000 euros, mientras que Montagut se estrena con su habitual oferta de arte tribal, que tradicionalmente ha disfrutado de un lugar privilegiado en este evento anual.
Los contenidos de la feria abarcan desde el arte antiguo, tribal o asiático hasta la numismática, sin olvidar a los maestros clásicos o la pintura moderna de los siglos XVII o XVIII. Tampoco las manifestaciones más modernas y contemporáneas faltan en esta cita, que se ha ido renovando siempre según la demanda del coleccionismo actual. Por eso, no extraña que la oferta moderna y el diseño del siglo XX se hayan multiplicado en los últimos años.
Entre las manifestaciones más antiguas, destaca la oferta de piezas prehistóricas y monedas antiguas de Art Ancient Gallery de Londres, así como las obras griegas y romanas de Phonix Ancient Art, Galerie Harmakhis o Galerie Cybele. Las culturas asiáticas también tiene su hueco, gracias a las galerías Jacques Barrère, Christian Deydier o Tanakaya. Por su parte, los periodos modernos aparecen representados no solo con pinturas y esculturas, sino también con mobiliario, como los muebles franceses del XVII y XVIII que exhiben Theunissen & De Ghellinck o Costermans. El Impresionismo viene de la mano de Hellene Bailey, mientras que el arte belga se puede adquirir en Oscar de Vos.
Rubens será el maestro clásico que brillará con más fuerza. La galería Klaas Muller ofrece Diana y ninfa cazando ciervos (1635-1640) por una cifra que no ha querido revelar, pero es probable que se encuentre entre las tres obras más caras de la feria. Aunque la composición era conocida a través de fotografías, lo cierto es que se desconocía su paradero, hasta que apareció repentinamente en una subasta parisina en 2015 (un año antes, en julio de 2014, se adjudicó en Sotheby’s una escena idéntica pero de menores dimensiones, Seguidor de Rubens, por 25.000 libras).
El redescubierto rubens se presenta ahora en BRAFA, tras haber sido sometido a un estudio de análisis y restauración para autentificar su autoría (se atribuía a Théodore Van Thulden). El experto Arnout Balis considera que el maestro flamenco pintó solo las figuras, pues los animales son de Paul de Vos y el fondo del paisajista Jan Wildens. La obra fue probablemente un encargo de Gian Francesco Guido di Bagno, el nuncio papal de los países Bajos, y formaba pareja con el desaparecido Cacería de jabalíes en Caledonia, otra colaboración de Rubens con Frans Snyders.
Otro nombre propio, esta vez contemporáneo, destaca en la feria. Rene Magritte y su L’Oracle (1931) son la gran apuesta del stand de Boon Gallery. Piden 4,2 millones de euros por esta pintura, oculta en una colección particular durante los últimos 30 años. “El lienzo está atrayendo la atención de los coleccionistas estadounidenses, aunque esperamos que pueda quedarse en una colección belga”, ha confesado Christopher Boon. Sol G. Moreno