Ignacio Zuloaga. Lolita.
ZULOAGA Y FALLA, JUNTOS
Una exposición en la que cuadros, retratos, manuscritos, partituras, cartas y marionetas cuentan la amistad entre estos dos artistas
Una vitrina en la que se ha colocado una batuta y unas gafas- la música- junto a una paleta y unos pinceles- pintura- resume lo que se quiere contar en esta exposición: la Historia de una amistad. Ignacio Zuloaga y Manuel de Falla.. Está organizada por CentroCentro Cibeles, el Museo Zuloaga-Castillo de Pedraza y el archivo Manuel de Falla. Tiene dos comisarios: José Vallejo Prieto y Pablo Melendo .
Ellos han reunido cuidadosamente más de un centenar de piezas entre cartas, fotografías, recortes de prensa, cuadros y partituras de dos personajes distintos que llegaron a convertir en realidad una serie de proyectos en medio de una sincera amistad. “Fue una amistad muy fructífera que dejó un rastro en obras importantes” en palabras de Elena García de Paredes, sobrina nieta del compositor. Para María Rosa Suárez Zuloaga “la exposición se ha hecho porque detrás había una verdadera amistad”.
En las primeras salas se han colgado varios cuadros de Ignacio Zuloaga: Lolita, Las tres primas, Desnudo del clavel, El Cardenal, Retrato de Ortega y Gasset… además de algún otro de Pablo Picasso, Manuel Ángeles Ortiz, Hermenegildo Lanz y Eugenio Lucas Velázquez. En la siguiente hay que detenerse un momento para leer una carta, la primera con la que comenzó esta amistad. Es de 1913 y en ella el compositor solicita ayuda, “modelos y sugerencias” al pintor para la puesta en escena de La vida breve. Fruto de este contacto fue el regalo de la partitura que Falla le hizo. Ahora este manuscrito está aquí, en la exposición. Un pequeño cuaderno en cuya portada se lee : “Drama lírico. Original en 1 acto dividido en 3 cuadros y un contenido.”
Pintor y compositor tras sus encuentros en París, Madrid y Granada, deciden poner en pié un gran proyecto, El retablo de maese Pedro que, tras su estreno en Sevilla en 1923 en versión concierto, vería la luz definitivamente en la Ópera Cómica de París ese mismo año. El Retablo de maese Pedro, ubicado en la sala principal, es una obra musical para personajes – títeres, inspirada en un episodio de El Quijote. Se la define como teatro dentro de un en la que cuatro de ellos, el ventero, maese Pedro, don Quijote y Sancho asisten a una función, que se produce en segundo plano. Aquí están ahora, construidos en figuras de cartón piedra, los 4 cabezudos, las 7 marionetas y las otras figuras en perfecta armonía para ser contemplados con gozo por el visitante. No faltan los dibujos y los bocetos de la escenografía . Las 7 marionetas son de cruceta alemana, originaleas que Zuloaga hizo en colaboración con Maxime Dethomas. Además de El retablo, la exposición recoge otros proyectos como el de Zuloaga de las escuelas de Fuentetodos, en la casa natal de Goya, de 1917; el trabajo en la obra escénica sobre la novela de Enrique Larreta, La gloria de don Ramiro; el concurso de Cante Jondo de Granada ; la exposición de Zuloaga en el Museo de Meersmans de Granada y el último. Fue un encuentro entre los dos artistas, sucedido en Zumaya en la casa de Zuloaga en donde se alojó el músico con motivo de la apertura del Museo de San Telmo y en donde el pintor hizo el conocido retrato de su amigo.
Queda una última y preciosa sorpresa al final de la exposición: la carta de despedida que en 1939 nenvía a Zuloaga antes de su viaje aArgentina en donde muere en 1946, un año después de su amigo.
Abierta hasta el 31 de enero de 2016. María Pura Ramos