CANOGAR RECICLA LOS DESECHOS DE LA CULTURA CONTEMPORÁNEA EN SU ÚLTIMO TRABAJO ESCULTÓRICO

CANOGAR RECICLA LOS DESECHOS DE LA CULTURA CONTEMPORÁNEA EN SU ÚLTIMO TRABAJO ESCULTÓRICO

Daniel Canogar. «Captura de pantalla, 2017».

CANOGAR RECICLA LOS DESECHOS DE LA CULTURA CONTEMPORÁNEA EN SU ÚLTIMO TRABAJO ESCULTÓRICO

Sikka Ingentium es el nuevo trabajo de Daniel Canogar que se puede ver en el Museo Universidad de Navarra. Se trata de una sola pieza, en forma de nube, compuesta por 2.500 DVD’s de películas presentadas en Hollywood y en festivales de cine de todo el mundo. Sus dimensiones alcanzan los 2.700 x 1.800 cm de superficie. Se trata de una gran pieza de 18 metros de imagen, sonido y luz. “Sobre su superficie brillante se proyecta el contenido de los propios discos, que se convierten así en una pantalla que recibe la información que almacena. Al tener las imágenes, se crea un área de colores y formas en movimiento que se expanden por la sala en forma de reflejos”, explican desde el museo. Toda una experiencia sensorial que se completa con una composición sonora, de Alexander MacSween en colaboración con el artista, basada en fragmentos de las propias películas.

Sikka Ingentium se presenta como una metáfora de la memoria colectiva del público contemporáneo, una suma de escenas que se asocian entre sí por criterios diversos, desconocidos, quizá fruto del impacto que a cada uno generaron las imágenes o los asuntos abordados. La obra representa el bagaje que queda en la mente del espectador, interesado por esta arqueología de la cultura contemporánea, donde diversos soportes de archivo dominan en un momento dado, pero pronto se vuelven tecnológicamente obsoletos. Canogar da nueva forma a los desechos de la cultura contemporánea con los que crea esculturas de gran fuerza plástica –VHS, CD o DVD–, al tiempo que recuerda el reciclaje y la ecología. 

Formalmente, el nuevo trabajo que se presenta mañana al público en Navarra se plantea como una superficie artificial y decorativa: discos que parecen lentejuelas, un mundo de apariencias, brillos y reflejos. La forma de nube evoca ese mundo virtual, creado por internet, y que está sustituyendo precisamente los soportes de almacenamiento con los que está ideada la escultura. El artista madrileño convierte así unos objetos pensados para contener información audiovisual en un espectáculo diferente, un monumento a la información acumulada. El autor se basa en la colección de fotografía histórica del museo navarro para ahondar en los diversos soportes de la fotografía, desde su invención hasta la actualidad, la convivencia con el cine y otros medios, sus usos como archivo, las limitaciones con las que nos llegan los documentos del pasado y de cómo hablan de nosotros mismos y de la relación que establecemos con las tecnologías que nos rodean.

Abierta hasta el 15 de octubre de 2017.

Daniel Canogar. Sikka Ingentium. 2017.