1.000 pesetas 1884. Adjudicado en 30.000 euros. Áureo&Cálico.
YUANES, SESTERCIOS, ESTATERAS Y ONZAS PROTAGONIZAN LOS REMATES DE NUMISMÁTICA EN ABRIL
De los yuanes de mediados del siglo XX que salieron en la subasta de StacksBowers&Ponterio en su sucursal de Hong Kong a los sestercios de Tito y los tetradracmas de Siracusa de la firma norteamericana Gemini, pasando por las 100 liras de Victor Manuel III de 1912 de Ediciones V.Gadouri de Mónaco; una estatera de Alejandro Magno y una onza de Felipe V de cruz de Lima, en Cayón Subastas; o los billetes de 500 y 1000 pesetas de 1884 y el dinero de Carlomagno en la casa barcelonesa Áureo&Cálico han sido algunos de los mejores ejemplos rematados en abril.
Los lotes asiáticos de StacksBowers&Ponterio en Hong Kong se saldaron con un éxito en las ventas: billetes del Tibet y de la dinastía Ming fueron muchos de ellos vendidos, estos últimos duplicaron su precio de salida y algunos raros superaron los 10.000 dólares. Uno de los remates más importante fue un 1000 yuan de 1949 que se estimaba podía oscilar entre los 40.000 y 60.000 dólares pero que sobrepasó con la comisión los 80.000. Otros lotes aún más cotizados fueron los 500 yuan de 1951 y los 5 yen del provincial taiwanés que se vendieron en 113.525 $ y 119.500 $, respectivamente. Sin embargo, en el apartado de monedas hubo buenas ventas y alguna sorpresa negativa como que un raro ejemplar de Hupeh de 1904 no tuviera comprador respectivamente (comisión incluida). Algunos buenos resultados los dieron las pruebas del año 3 (1911) de los 50 céntimos y el dollar que se fueron por encima de los 92.000 y los 86.000 $, incluyendo comisión.
Por su parte Gemini vendió casi todos los lotes, entre los que sobresalen dos tetradracmas de Siracusa que se vendieron entre los 7.000 y 11.000 dólares, junto a piezas de Trajano Decio y bronces egipto-romanos del Art Institute of Chicago que se remataron entre los 200 y 400 dóalres de media, aunque su lote más destacado fue el sestercio de Tito, que representa en el anverso al Coliseo de Roma, adjudicado en 85.000 dólares.
Ya en Europa y en la casa Ediciones V. Gadoury de Mónaco se vendieron casi todos los lotes, con mención especial para las 100 liras de Victor Manuel III de 1912, cerrada su adjudicación en 8.000 euros. Y en España, Cayón presentó moneda antigua y dos partes de moneda española y extranjera, en oro y plata. De todo lo que sacaron a subasta en Madrid cabría mencionar los remates de la estátera de Alejandro Magno, vendida en más de 1.550 euros y otra de Filipo de Macedonia en más de 2.850 euros; una onza de Felipe V de cruz de Lima que salía en 3.300 y alcanzó los 9.900 euros; y entre moneda antigua y extranjera los denarios republicanos e imperiales doblaron o triplicaron sus salidas, uno de Agripina y Calígula se vendió por más de 2.400 euros; y un sorprendente set de Indonesia con piezas de oro y plata en calidad proof, que salía en 3.800 euros y llegó hasta los 10.350 euros.
Por último, la casa barcelonesa Áureo&Cálico ofertó remates divididos en billetes y monedas. La notafilia se vendió casi en su totalidad, y los dos ejemplares más destacables y raros, los de 500 y 1.000 pesetas de 1884, se vendieron en 11.200 euros el primero, y el segundo en 30.000 euros, su precio de salida. La parte de moneda estuvo focalizada en la moneda aragonesa, mallorquí, valenciana y catalana y obtuvo buenos resultados en general. Sin embargo, lo más notable fue la venta del dinero de Carlomagno, único ejemplar conocido de Roses que, saliendo en 12.000 euros, alcanzó los 39.000 euros; y un raro doble principat de Juana y Carlos, datado en 1521, rematado en 14.200 euros, sin olvidar el raro croat de Pere II de Barcelona que salía en 5.000 y que llegó a 10.500 euros. Juan Cayón