El Museo de Bilbao incorpora nuevos fondos artísticos
El centro bilbaíno presenta hasta el 8 de junio Nuevos fondos, un conjunto de archivos documentales legados y algunos asociados a adquisiciones recientes del museo del pintor Eduardo Zamacois; del fotógrafo Alphonse Guiard y su hijo, el pintor Adolfo Guiard; del fotógrafo Felipe Manterola; del archivo fotográfico de la fábrica Patricio Echeverría S.A.; del ilustrador Saul Steinberg; y de la pintora y grabadora María Franciska Dapena. Todo ese corpus ayuda a comprender mejor el itinerario vital y artístico de estos creadores y supone un paso más para enriquecer las colecciones de un museo como el de la capital vizcaína.
De Eduardo Zamacois (Bilbao, 1841-Madrid, 1871) el Museo de Bellas Artes de Bilbao posee nueve pinturas y 4 dibujos, a los que ahora se unen una serie de materiales conservados, entre cartas, apuntes, dibujos y algunas de fotografías que reproducían pinturas sus pinturas o de las modelos que posaban para él, casi todas fechadas en la década de 1860, así como catálogos de subastas y publicaciones que nos ilustran de su devenir artístico de mediados del siglo XIX en París y que han sido donadas por sus herederos.
El caso de Adolfo Guiard (Bilbao, 1860-1916) hijo del fotógrafo francés Alphonse Guiard, afincado en España y que en 1857 se instalaría en Bilbao. De este sus descendientes han legado al museo varias albúminas y cerca de 140 placas fotográficas que reflejan cómo era el casco viejo de Bilbao. De Adolfo Guiard, uno de los pintores mejor representados en la colección del Museo de Bilbao con 10 pinturas y 17 dibujos, que recientemente se vio incrementada con Carrera de caballos (c.1885-1886), una composición inspirada en Degas, tanto por el tema hípico como por el uso de la línea y el color. Llegó a conocer a Degas en esa década de los 80. Ahora se suman a ese conjunto de obras un grupo de dibujos y de documentos sobre el artista, entre cartas y fotografías.
Precisamente entre estos nuevos fondos destaca el fondo fotográfico de Felipe Manterola (Zeanuri, Vizcaya, 1885-1977) y el del archivo Patricio Echeverría. El primero recoge la visión genuina del medio rural vasco a través de la mirada de Manterola, un fotógrafo autodidacta que logró un corpus etnográfico que llegó a ser reproducido en el ensayo Los vascos, de Julio Caro Baroja, por documentar el paso de una sociedad rural a una industrializada. El museo ha recibido de los descendientes de Manterola 1000 placas de vidrio, 160 postales y 323 fotografías, así como algunos utensilios de la práctica fotográfica.
En el caso de Patricia Echeverría, S.A, ha sido el fotógrafo Gorka Salmerón (Legazpi, Guipúzcoa) quien ha donado más de doscientas imágenes en blanco y negro, gelatina de plata. Y a ese fondo se une la labor de Salmerón al captar durante varios años la arquitectura y el trabajo de los talleres de gran valor documental.
Por último, la donación de la Fundación Saul Steinberg (1914-1999), un dibujante e ilustrador nacido en Rumanía que huyendo de las leyes antisemitas terminó instalándose en Estados Unidos trabajando entre otras publicaciones para The New Yorker. En 2023 el Museo de Bilbao recibió una serie de grabados y dibujos y ahora se están exhibiendo cinco de ellos influidos por Goya y con la tauromaquia como foco central de su propuesta.
Y también mencionar el fondo documental de María Franciska Dapena ( Barruelo de Santullán, Palencia, 1924- Bilbao, 1995), una artista comprometida con la libertad política en el contexto artístico vasco, que se relacionó con Agustín Ibarrola e Ismael Fidalgo, uniéndose a ellos con el afán de divulgar el arte entre un público no especializado. Sus herederos han donado obra gráfica, planchas de linóleo y madera, así como un vasto archivo documental de un período de falta de libertad en España.
