El Bellas Artes de Boston adquiere 38 fotografías de Robert Frank

El Bellas Artes de Boston adquiere 38 fotografías de Robert Frank

La adquisición incluye 34 instantáneas regalo de la June Leaf and Robert Frank Foundation, entre las que se encuentra una procedente de su famoso libro The Americans, y cuatro obras que fueron compradas con fondos donados. Las imágenes ya se pueden ver en una exposición que acoge el Museo de Bellas Artes de Boston como parte de la celebración del centenario del nacimiento del famoso fotógrafo.

Robert Frank. 'Cantante callejero ciego con acordeón, niños mirando' (1949). Fotografía, impresión en gelatina de plata. ©The June Leaf and Robert Frank Foundation. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.
Robert Frank. 'Silla plegable' (1949). Fotografía, impresión en gelatina de plata. ©The June Leaf and Robert Frank Foundation. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.

Tras vivir durante dos años en Nueva York, Robert Frank se dedicó a vagar por distintas ciudades europeas de posguerra entre 1949 y 1953. París fue su primera parada y, como una especie de Ulises con cámara en mano, se recorrió las calles de la capital francesa en busca de imágenes que expresaran el modo de vida de la gente y su cultura. Este es el leitmotiv de las 38 fotografías que el Museo de Bellas Artes de Boston ha adquirido recientemente.

En ellas se observan vistas de escenas de París, como la vagoneta de un circo ambulante o unos niños que miran a un artista callejero ciego. Entre las instantáneas llama la atención la serie de sillas vacías que fotografió durante su estancia en la ciudad. Curiosamente, él que tenía un enfoque tan humanista, opta por despojarlas de ese contexto.

Las sillas son elementos cotidianos que pueden vincularse con la soledad o la espera. Un objeto profundamente asociado con la presencia humana, pero que al mismo tiempo puede transmitir la ausencia de alguien. Son imágenes poco comunes en la carrera de Robert Frank, conocido más bien por trabajos como The Americans (1958), en el que la aparición de personas es constante y meditada.

Robert Frank. 'Vagoneta con CIRCUS pintado en el lateral' (1949). Fotografía, impresión en gelatina de plata. ©The June Leaf and Robert Frank Foundation. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.
Robert Frank. 'Vista de pájaro de una pareja con sombrilla, sentada en un banco' (1949). Fotografía, impresión en gelatina de plata. ©The June Leaf and Robert Frank Foundation. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.

En este sentido, es ahí donde radica el valor de esta adquisición por parte del Museo, ya que muestra una cara no tan conocida y más introspectiva del artista suizo. Las fotografías constituyen un estudio sobre la alienación, la distancia emocional o lo que puede ser un momento de observación silente en la vida urbana.

Además de la compra de las 38 tomas de París, el Bellas Artes ha incorporado a sus fondos 4th of July, Jay, New York (1954), en la que Frank captura a los habitantes de un pueblo de Adirondack celebrando la festividad en un parque, todos empequeñecidos en comparación a la enorme bandera estadounidense. La instantánea forma parte de las 83 que componen el libro The Americans y ya se encuentra en la colección del Museo.

Robert Frank. Muestra del álbum 'Mary's Book', encuadernado a mano. Fotografías de París. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.
Robert Frank. Muestra del álbum 'Mary's Book', encuadernado a mano. Fotografías de París. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.
Robert Frank. Muestra del álbum 'Mary's Book', encuadernado a mano. Fotografías de París. Cortesía del Museum of Fine Arts, Boston.

Por otro lado, en el marco del centenario del nacimiento del fotógrafo, las imágenes recién adquiridas se exhiben en la exposición Robert Frank: Mary’s Book, que el público podrá visitar hasta el 22 de junio de 2025. Se muestran junto al álbum personal que el artista encuadernó a mano como regalo para su primera esposa, Mary Lockspeiser, una bailarina con la que se casó en 1950.

El libro consta de 75 pequeñas instantáneas con inscripciones escritas por el propio artista, en las que reflexiona sobre las sillas y las calles de París con mensajes intercalados para Mary. Estos textos breves revelan, además, la resonancia poética que para él tenían los objetos y los espacios. Nerea Méndez Pérez