Récord de Perugino en Dorotheum
Un díptico de Cristo coronado de espinas y La Virgen del autor italiano se remató el 22 de octubre en 842.800 euros, el mayor precio pagado hasta la fecha por una pintura del artista. La sesión de Old Masters celebrada en Dorotheum dejó también buenos resultados para Artemisia Gentileschi, Rubens y Carreño de Miranda, a los que sumaron, al día siguiente, Ivan Angelov y Franz Richard Unterberger en la jornada correspondiente al Siglo XIX.
Era uno de los lotes destacados de la jornada del 22 de octubre y no decepcionó. El pendant formado por Cristo coronado de espinas y La Virgen –lote 16– de Perugino salía en Dorotheum con unas estimaciones iniciales de 600.000 euros, pero acabó adjudicándose por 842.800 euros, estableciendo un nuevo récord de artista para su pintura. La rareza de estas dos obras y la escasez de óleos del autor ofrecidas en subasta, justifican el resultado.
Ambos lienzos fueron realizados por Pietro di Cristoforo Vannucci il Perugino, uno de los artistas más influyentes del Quattrocento. Se ofrecían juntos porque formaban parte de un mismo retablo para uso doméstico, que tenía unidos los paneles mediante bisagras en forma de concha.
El díptico, ampliamente estudiado durante las últimas décadas y con una buena provenance, se ha podido ver en diversas exposiciones de Italia y Francia; por eso, la expectación por su salida a subasta era máxima. Según recoge la ficha del catálogo de Dorotheum, y de acuerdo a la historiadora Vittoria Garibaldi, deberíamos situar estos óleos en el periodo veneciano de Perugino. Es decir, en torno a la década de 1490, cuando el maestro de Rafael se encontraba decorando la Sala del Gran Consejo del Palacio Ducal –documentado en 1494– con una serie de retratos y escenas históricas que nunca llegó a terminar.
La factura de ambas composiciones puede compararse con otras creaciones que el autor renacentista hizo inmediatamente después de su estancia en Venecia, como por ejemplo la Piedad conservada en el Clark Art Institute de Williamstown (Massachusetss) o Retrato de un joven de la Galería de los Uffizi. Tanto el Cristo coronado de espinas como La Virgen poseen esa característica forma de modelar las figuras del maestro, así como su manera de concebir la vestimenta con escotes cuadrados.
Aunque la historia más temprana del díptico es incierta, cabe situarlo a principios del siglo XVIII en Florencia, probablemente en la colección de Cosimo Bordoni. Pues ya en el inventario de 1703 hecho a su muerte, se describen en el primer piso de su residencia florentina, “due quadri compagni, del Perugino: la Madonna e Giesù; ornamento liscio, tutto dorato. Ducati quattro lire 28”.
De Italia pasó a unas manos inglesas en el condado de Northamptonshire, antes de venderse en el mercado británico y terminar en una colección particular suiza, dueña del conjunto hasta hace unos días.
No cabe duda de que esta pareja de tablas fue la gran protagonista de la sesión de Old Masters en Dorotheum, que permitió a Perugino alcanzar un nuevo récord mundial en cuanto a pintura se refiere. Sin embargo, este no fue el único autor italiano que triunfó en la semana clásica de la casa de subastas vienesa. Un cuadro temprano de la Virgen con el Niño –lote 101– de Artemisia Gentileschi, la pintora barroca de moda, encontró comprador por 565.000 euros, tras partir de un precio inicial de 400.000 euros.
La escena, que venía respaldada por la atribución de Riccardo Lattuada, está datada en torno a 1609-1610, cuando una Artemisia adolescente de apenas 16 o 17 años ya despuntaba en el taller de su padre. Se trata, por tanto, de una de las primeras escenas conocidas de la artista, morbo que seguro llevó a más de un coleccionista a pujar por ella.
Dorotheum también vendió un pequeño dibujo de Pedro Pablo Rubens, de nuevo con la Virgen y el Niño, por 156.000 euros (dentro de su estimación más alta). Este es uno de los escasos dibujos hecho a sanguina por el artista de Amberes, cuya composición se inspira en sendas escenas de Giulio Romano –concretamente su boceto conservado en el Museum Kunstpalast de Düsseldorf– y en Rafael (una escena procedente del Musée Condé en Chantilly).
Dentro de los 152 lotes ofrecidos el pasado 22 de octubre, cabe mencionar otros remates interesantes como una vista de Venecia de Michele Marieschi vendida por 158.600 euros, y una versión de San Juan Bautista del círculo de Caravaggio que desató la locura entre los asistentes; pues se remató en 117.000 euros, tras partir de unas estimaciones de entre 10.000 y 12.000 euros.
En arte español cabe mencionar el remate de un San Antonio de Padua firmado y fechado por Antonio de Carreño de Miranda. Una escena perteneciente a su primera etapa de madurez que alcanzó un precio de 56.500 euros. Dorotheum seguirá acercándose al ámbito español esta vez en Madrid, pues los próximos días 21 al 25 de noviembre algunos de sus agentes estarán en la capital española.
Continuando con la crónica de resultados, y al día siguiente de la jornada de Old Masters, el 23 de octubre autores como el búlgaro Ivan Angelov o el austríaco Franz Richard Unterberger tomaron el testigo en la sesión de Siglo XIX. Concretamente el primero sorprendió a todos con Campesino con un burro en el campo–lote 606–, una de sus típicas escenas sobre la dura vida de los labradores que casi multiplicó por diez su estimación más optimista. La casa vienesa ya apuntaba que podría tratarse de una posible segunda versión de su cuadro Tormenta en el corazón y en el cielo, lo que seguro tuvo algo que ver con que la tela, estimada entre 10.000 y 15.000 euros, terminase por adjudicarse en 148.200 euros.
De Franz Richard Unterberger se ofrecía una escena de Amalfi –lote 542– de la que el propio pintor hizo varias réplicas. Esta en concreto estaba certificada por Sybille Moser-Ernst y se adjudicó en 80.600 euros, por encima de su estimación más alta (establecida en 60.000 euros).
Como en otras ocasiones, Unterberger presenta aquí, en primer plano, diversos personajes de la burguesía que ilustran la despreocupada vida popular italiana, que sitúa en un maravilloso paisaje costero bajo el sol de la tarde.
Ellos dos fueron los nombres propios de la sesión del Siglo XIX, que cerró igualmente con buenos resultados gracias a lotes como El veraneante, el joven soldado de visita en casa de Franz von Defregger vendido en 78.000 euros, una vista veneciana de Giuseppe Canella que encontró nuevo dueño por 49.400 euros y el paisaje firmado de Olga Wisinger-Florian rematado en 62.400 euros. Sol G. Moreno