Sorolla inédito y virtual
Patrimonio Nacional inaugura mañana en Palacio Real “tres exposiciones en una”: la sensorial presenta varias obras del autor valenciano en movimiento, la tradicional muestra 24 lienzos en su mayoría de colecciones particulares, y la tercera nos sumerge en su estudio mediante realidad virtual. Sorolla a través de la luz es una propuesta experimental que entusiasmará a los más jóvenes y dejará con ganas de más cuadros a los puristas.
La celebración de un aniversario de artista siempre supone la ocasión perfecta para revisitar sus obras, estudiar su legado y tratar de aportar algo nuevo. Sin embargo, cuando se trata de un autor tan conocido como Joaquín Sorolla, la cosa resulta complicada. Sorolla a través de la luz es una de las propuestas más singulares que se podrán disfrutar durante el centenario de su muerte este 2023, mostrando un Sorolla inédito y virtual que quizá no fuese del todo necesario.
Comisariada por Blanca Pons-Sorolla y Consuelo Luca de Tena, esta exposición que desde mañana acoge Palacio Real trata de aunar dos formas de disfrutar de la pintura del célebre autor valenciano: la clásica de toda la vida –contemplando cuadros– y la virtual (la moda del momento).
Por un lado, la experiencia inmersiva de las dos primeras salas cubiertas con multipantallas LED y la última habitación –que debe descubrirse con gafas de realidad virtual– nos ayudan a comprender el universo del artista a golpe de gigapixel, lienzos que cobran vida y sonidos evocadores.
Una propuesta que apela a todos nuestros sentidos, contribuye a mostrar detalles en altísima calidad y busca nuevos públicos para los museos.
Por otro, el grueso del recorrido –integrado por un total de 24 pinturas, la mayoría procedentes de colecciones particulares– recuerda la importancia de complementar toda propuesta virtual con obras reales. Porque son estas las que permiten al espectador acercarse a la verdadera dimensión del artista. A su pincelada, su amor por el Mediterráneo y esa luz que inundó cada una de sus composiciones.
“A Sorolla se le llamó el pintor de la luz, pero en su época todos los buenos artistas se ocuparon de ella. Su particularidad fue la pasión que ponía en cada lienzo y esa capacidad para emocionarse con cada rayo”, comentaba ayer Luca de Tena durante la presentación a prensa.
Precisamente ese “bendito sol”, como decía el artista, nos guía por las salas de la primera planta del Palacio Real, que da la bienvenida al espectador con una completa biografía del personaje.
Tras alumbrar nuestro conocimiento, ilumina nuestros ojos en las dos salas inmersivas que no hacen sino adentrarnos de lleno en sus temas favoritos: la playa, el mar, la pintura al aire libre, los jardines… Y una buena colección de fotografías históricas que muestran al artista trabajando.
La propuesta analógica de Sorolla a través de la luz condensa una veintena de pinturas, muchas de ellas inéditas o poco conocidas. Eso explica la gran cantidad de préstamos particulares y el medio formato, como los dos retratos de su hija pintados en El Pardo durante su convalecencia por culpa de la tuberculosis.
Hay un apartado especial para los retratos reales, como guiño a la sede regia que acoge esta muestra. Alfonso XIII, por ejemplo, aparece vestido de uniforme de húsar y paseando por los jardines de La Granja, en una actitud que fue «todo un atrevimiento» para la época, asegura Pons-Sorolla.
Le acompaña La reina Victoria Eugenia de Battenberg con manto de armiño, lienzo realizado en Sevilla en 1908. Dependiendo de dónde se ubique el espectador, apreciará con mejor o peor fortuna ese vacío que dejó la corona en la tela, cuando la propia monarca pidió que se la quitasen.
Jardines, momentos familiares en la playa o escenas de pesca completan este recorrido híbrido, que culmina –gracias a la realidad virtual– en el estudio del pintor entre 1909 y 1911.
Sorolla a través de la luz podrá verse hasta el 30 de junio. Está organizada por Light Art Exhibitions en coproducción con Patrimonio Nacional, el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla. Sol G. Moreno