Una vajilla de la Real Fábrica de Sargadelos con vistas de Cuba en Abalarte
El conjunto de 50 piezas pertenece a la cotizada tercera época de la factoría
En su vuelta a la normalidad tras el parón vacacional, la sala madrileña de la calle Juan Bravo presenta en la convocatoria de los próximos días 19 y 20 de octubre una serie de lotes que muestran el interés de la nueva burguesía adinerada del siglo XIX por adecuar sus viviendas a su recién estrenada posición social.
Tal es el caso de la llamativa vajilla de la Real Fábrica de Sargadelos en loza estampada de la tercera época (1845-1862) decorada con el valorado diseño en el mercado de las vistas de Cuba.
Antonio Raimundo Ibáñez, marqués de Sargadelos, fundó a principios del siglo XIX la Real Fábrica de Loza de Sargadelos en Cervo, provincia de Lugo. Esta primera fase de la manufactura tuvo cuatro etapas entre las que destaca la penúltima –la de mayor esplendor, coincidiendo con el interés de la burguesía de época isabelina por equipar sus residencias con las novedades industriales que reflejaban su nueva posición económica, muchos de ellos ricos indianos de la primera emigración gallega– hasta su cierre en 1875.
La serie original consta de un total de 12 paisajes de la isla y fue producida en un periodo de alto crecimiento de la mano del nuevo arrendamiento por el empresario Luis de La Riba, quien no dudó en contratar al director británico Edwin Forester para su resurgimiento y modernización. Llegó a contar con un total de 50 puntos de venta en toda España.
Las litografías de Fréderic Mialhe, grabador francés autor del Album pintoresco de la isla de Cuba, o los grabados de A. Moreau de Jonnes y de Laureano Cuevas, sirvieron de inspiración para crear las imágenes con las que decoraban estas piezas. En ellas podemos encontrar el castillo del Morro de La Habana; la Aduana de la ciudad; la Comandancia General de Marina; la vía del tren la Aguada del Cura y los almacenes de dicho camino de hierro; el puente de la Carnicería en Matanzas; el paso Tívoli, el teatro Tacón; el cementerio de Colón; la iglesia y el hospital de San Francisco de Paula; la fuente de la India en el Paseo Nuevo; y la fuente de la noble Habana frente al Campo de Marte.
Un gran número de ellas aparecen sobre el asiento de las diferentes tipologías que forman este lote 543. Se trata de un conjunto interesante para coleccionistas o instituciones públicas por la cantidad de piezas que conforman la vajilla de una de las series más demandadas de la fábrica lucense por la que deberán desembolsar 12.000 €.
El siguiente lote destacable es una exquisita cubertería para 18 servicios y un total 376 piezas en plata francesa elaborada por la más antigua joyería de París, y posiblemente del mundo, MELLERIO DITS MELLER. Está realizada en 1909 y es el lote 1373.
Muchas de las joyas que actualmente lucen las casas europeas han sido creadas por esta marca a quien en origen María de Medici, madre de Luis XIII, concedió el privilegio de vender en exclusiva en todo el reino de Francia piezas decorativas y objetos de cristal.
Aquel momento significó el nacimiento de una saga de importantes joyeros . Entre los miembros destacados se encuentran François (1772-1843) y su hermano Jean-Jacques (1784-1865), quienes contaron entre su clientela con María Antonieta, la emperatriz Josefina, Charles Maurice de Talleyrand y las reinas de Bélgica, Suecia y Gran Bretaña entre otros.
Tal fue el éxito de esta joyería donde la más exquisita clientela acudía en la Rue de la Paix que, en 1850, abrieron una sucursal en Madrid con el nombre Mellerio-Hermanos. Esta tienda llegó a convertirse en la preferida de la reina Isabel II y de la futura emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo.
Los 18.000 € que han propuesto para su compra no hacen sino remarcar la importancia que han otorgado a esta cubertería, en la que no falta ningún detalle a la hora de presentar la mesa.
En la misma sección de platería podemos aludir a un juego de café y plata española (490) con una inusual decoración de niños orientales, animales y vegetación exótica que logra aunar diseños del continente africano y asiático. El conjunto tiene un peso total superior a 21 kg y un precio de 11.000 €.
De ámbito religioso-devocional encontramos un tablero relicario cuya procedencia fijan posiblemente en Italia en el siglo XVII. Sobresale un Ecce Homo pintado sobre una placa de bronce flanqueado por dos escenas de la Pasión, de corte miniaturista, talladas en madera de boj. El resto del espacio está complementado con reliquias de diferentes santos separadas por hilos de oro y plata. Lo acompañan tondos de barro policromado y dorado con escenas de san Antonio con el Niño, y una Magdalena con el Niño.
Otras imágenes religiosas se representan pintadas en óleo sobre metal y finalmente, cuatro escenas de santos en láminas de cera –conmemorativas de diferentes pontificados– completan el conjunto. Todo un despliegue de minucioso trabajado sobre un tablero y un marco con decoración posterior de chinoiseries en dorado. Este curioso objeto 374 parte en un precio de 3.500 €.
La subasta también presenta lotes más accesibles en los que merece la pena fijarse, como la pareja de candelabros de plata con marcas de Salamanca de finales del siglo XVIII- principios del siglo XIX, donde los vástagos tienen una inusual forma de cariátide y parten de la interesante cifra de 425 € (lote 311); o la colección de objetos de vitrina antiguos elaborados en piedras duras que abarcan desde el número 491 hasta el 504. Noemí Marín