Thomas Demand y su mundo de cartulina y trampantojo
El fotógrafo alemán inunda la segunda planta del Centro Botín con una treintena de imágenes ubicadas sobre varios pabellones suspendidos en el aire y rodeados de papel pintado. Se trata de la mayor exposición del artista organizada hasta la fecha en España y precisa de la participación activa del público para descubrir su secreto: todo es pura ficción.
Adentrarse en la exposición de Thomas Demand: mundo de papel es como acceder a un espejo. Muestra una realidad que conocemos, aunque en el fondo no es más que un mero reflejo, una recreación ficticia de nuestro entorno, un trampantojo fabricado. Porque todo aquello que el autor ha fotografiado y parece real observado de lejos, va desvelando su naturaleza efímera a medida que nos acercamos.
El artista nacido en Múnich construye maquetas con papel y cartulina de lo que desea captar con su cámara; no escatima en detalles ni mira el tiempo de trabajo previo en su estudio (puede tardar hasta un año). Seguidamente, inmortaliza la escena. Entonces la maqueta deja de ser importante y la destruye. Como si quisiera eliminar cualquier traza de realidad física.
La muestra que ahora puede verse en el Centro Botín exhibe precisamente ese juego ilusorio de la imagen final, donde los interiores aparentemente hiperrealistas se convierten en ficciones de cartón tras una mirada más atenta. “No se trata de ver la obra cara a cara sino de descubrirla”, explica Udo Kittelmann, comisario de la muestra.
Mundo de papel reúne un total de 36 fotografías y un par de vídeos que se reparten por la segunda planta del edificio concebido por Renzo Piano. Con un singular montaje creado ex profeso para la ocasión que incluye ocho pabellones colgantes, el espectador se ve obligado a interactuar: debe atravesar estrechas puertas para acceder a cada uno de estos espacios de madera y descubrir las imágenes ilusorias de Demand.
El artista construye maquetas con papel y cartulina de lo que desea captar con su cámara; seguidamente inmortaliza la escena y después la destruye.
Hasta las paredes se han cubierto con un papel pintado que imita caña de bambú, como un telón vegetal que atrapa aún más al visitante. “El papel plasma algo que es falso, como los pabellones. En ellos no hay una verdad real sino ficticia, porque incluyo siempre la anécdota y elimino a las personas. Es como el escenario de un teatro, el teatro de las emociones”, afirma el propio artista, quien explica que la idea de colgar las estructuras del techo surgió durante la pandemia, «cuando nuestra vida quedó en suspenso».
En la muestra presenta fotografías en las que recrea desde el ‘barco de la cuarentena’ Diamond Princess hasta la mítica parada de autobús donde los hermanos Kaulitz decidieron fundar su banda Tokyo Hotel, la imagen de Trump rodeado de sobres que dio la vuelta al mundo, la sala de control de Fukushima o el atelier de un fabricante de violines.
Son trabajos desarrollados entre 1996 y este último año, donde Demand presta especial atención a los desastres naturales, los abusos de poder o la violencia, pero también a ciertos detalles de la vida cotidiana. El trabajo de este fotógrafo, al que también podríamos considerar escultor de papel, podrá descubrirse en el Centro Botín hasta el 6 de marzo de 2022. Sol G. Moreno
*El próximo martes, con motivo del Día de la Hispanidad, esta exposición podrá visitarse de forma gratuita. Además, este fin de semana el Centro Botín celebra el primer aniversario de On Session con una serie de conciertos a cargo del compositor Jaguayano y la banda Ginebras.