El Thyssen reivindica la defensa de los fondos marinos
Cada vez existe una mayor conciencia sobre la protección de los océanos por lo que estos suponen para vida en la superficie y para la lucha contra el cambio climático. En su nueva exposición temporal el museo reflexiona sobre ello, a partir de un proyecto organizado junto a Thyssen-Bornemisza Art Contemporary y The Alligator Head Marine Lab encargado a la artista suiza Claudia Comte, que nos sumerge en el fondo marino de coral de Jamaica.
Claudia Comte. After Nature. Bajo este sugerente título se acaba de presentar a los medios de comunicación la nueva exposición temporal del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Lo hace en colaboración con Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21), quien en 2018 invitó a la artista Claudia Comte (1983) a participar en un proyecto de investigación científica de The Alligator Head Marine Lab en el marco de la protección de los fondos marinos y especialmente de las barreras de corales, espacios que en las últimas décadas se han visto seriamente dañados pese a resultar vitales. Este aspecto ha sido especialmente recalcado por Francesca Thyssen, Fundadora y Presidenta de TBA21.
Como decimos, fue en 2018 cuando, a partir de algunas experiencias previas, Markus Reymann, director de TBA21-Academy, invitó a Comte a participar en un proyecto de recuperación de los arrecifes del entorno de Port Antonio en Jamaica. En este contexto, en el que también participaron artistas locales, se generó lo que ahora pueden ver los espectadores, y que tiene su proyección en otras tres piezas talladas por la artista que se situaron en el lecho marino para favorecer la proliferación de nuevas estructuras coralinas. Ahora, «esta coexistencia –en palabras de Guillermo Solana, director artístico del Thyssen– entre lo natural y lo virtual, puede disfrutarse en Madrid».
La muestra, comisariada por Chus Martínez, se desarrolla en tres espacios que giran por tanto en torno a los corales en un entorno inmersivo que cubre, metafóricamente, el paso del día a la noche. En el primero de ellos, un vídeo muestra a los espectadores todo el proceso de trabajo realizado. Le sigue el primer ámbito propiamente dicho de la exposición, que refleja «el día» a través de líneas sinuosas en los muros que se van ampliando, a modo de olas, mientras avanza la jornada hacia el ocaso. Se trata, en palabras de la artista, del viaje que realizan los seres que habitan y rodean el agua; un paisaje en suma que rodea a las esculturas propiamente dichas, situadas en el centro de la sala.
Están talladas en piezas de madera procedentes de zonas endémicas que Comte encontró en las proximidades del océano; piezas previamente modeladas por la naturaleza, por el viento o por el agua que, tras ser trabajadas, cobraron una nueva vida para representar, con su variedad de texturas, los corales de las profundidades. Situados sobre un espejo, su reflejo equivale a la superficie del agua.
El paso de la escultura, del trabajo manual «tradicional», tiene su contrapunto en el último ámbito de la exposición, donde tiene lugar «la noche». La continuidad de las líneas sinuosas, que aquí avanzan hacia tonalidades azuladas en consonancia con la bioluminiscencia del fondo marino, acogen un cubo central donde se encuentra una instalación digital. En sus cuatro lados se proyectan esas mismas estructuras coralinas, ahora en movimiento, ajustadas a una grabación tratada digitalmente a modo de melodía que reproduce los sonidos del entorno en el que fueron creadas, tanto en el exterior como en el interior de las aguas.
Esta experiencia sensitiva es uno de los puntos fuertes de la muestra, recalca la comisaria, que la define como una «percepción compleja» en la que, en la elección de la artista, pesó mucho su capacidad de entusiasmo y de trasladar al visitante a una sensación emocional. El otro es la posibilidad de hacer sencilla una obra compleja; de aunar en un mismo espacio dos mundos generando una única realidad, el mundo de los arrecifes.
Claudia Comte. After Nature podrá visitarse hasta el próximo 22 de agosto. En su presentación han participado Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen; Francesca Thyssen, Fundadora y Presidenta de TBA21; Markus Reymann, director de TBA21-Academy; Chus Martínez, comisaria de la muestra; y la artista, Claudia Comte.