73 años de ‘La Historia del Arte’ de Gombrich

73 años de ‘La Historia del Arte’ de Gombrich

La editorial Phaidon ha publicado una reedición del célebre libro del historiador.

Solo los clásicos pueden convertirse en tópicos. La Historia del Arte (E.H. Gombrich, 1950) es, con toda probabilidad, la primera lectura que se sugiere a quien muestra interés en este campo. Preguntar «¿dónde estabas cuando te recomendaron a Gombrich por primera vez?» podría ser una frase para romper el hielo en cualquier inauguración, congreso, feria…

En 2023, esta “biblia” celebra su 73º aniversario y Phaidon ha conmemorado la efeméride con una nueva edición a la que acompaña una introducción de la nieta del historiador, Leonie Gombrich, en la que habla con admiración de «la lucidez, la inteligencia y la humanidad que destilan sus palabras y que me atraparon, al igual que les ha sucedido, y les sucederá, a tantos otros lectores».

Han pasado más de 20 años desde la muerte de Gombrich y casi 30 desde la anterior revisión de La Historia del Arte, pero su relevancia sigue intacta. Es al guiarnos por el pasado cuando brilla este libro, que parte de la prehistoria y pasa por los principales movimientos creativos europeos (y algunos de fuera del Viejo Continente también).

A pesar de las continuas ampliaciones y reediciones, el volumen se detiene, aunque no en seco, al llegar a la contemporaneidad. Gombrich consideró que no se puede hacer historia de lo que está ocurriendo en el presente –son los críticos los que deben dedicarse a eso y «han resultado ser malos profetas»–, pero sí hace una valoración de la dirección que parece haber tomado el arte desde la primera edición de La Historia del Arte y que a muchos aún hoy les resultará pertinente.

En la última introducción que se publicó en vida del historiador, Gombrich se lamentó de que el contundente comienzo del libro –«No existe, realmente, el Arte. Tan solo hay artistas»– hubiese animado lo que él denominó «la moda» de «esfumar la diferencia entre las obras de arte y otros objetos hechos a mano» propiciado por el trabajo de Duchamp y Beuys. Solo podemos imaginar lo que habría opinado de algunas de las tendencias más recientes.

La nueva edición de Phaidon del clásico de Gombrich 'La Historia del Arte'
Jan van Eyck, El matrimonio Arnolfini.

Pero lo que nos sigue atrayendo hoy de sus palabras es su universalidad: «Hablamos de arte cuando algo está tan superlativamente bien hecho que hasta olvidamos preguntar qué es».

Nadie ha sustituido a Gombrich en esta labor, quizá por la pérdida de interés en las «grandes narrativas». Actualmente, lo pequeño, la otredad y lo marginal ocupan nuestra atención en reacción a un periodo de relatos triunfales que carecían de compasión.

Pero La Historia del Arte no es insensible en absoluto. La flexibilidad intelectual del autor es palpable. Repitió en varias ocasiones que el gusto cambia y huyó de presentar los hechos como si estuviesen grabados en piedra, finalizando el texto con un rotundo: «¿Acaso no es [la] constante necesitad de revisión uno de los elementos que hacen tan emocionante el estudio del pasado?».

Es esa actitud abierta al conocimiento la que termina por conquistar a los lectores, que con una mejor comprensión del pasado pueden ser espectadores del presente con criterio. Su desdén hacia el público complaciente empuja en esa dirección: «Al publicarse el libro daba por sentado que era deber del crítico y del historiador explicar y justificar todos los experimentos artísticos haciendo frente a la crítica hostil. Hoy día el problema es que el escándalo no existe, y que casi cualquier cosa experimental resulta aceptable para el público y la prensa. […] Esta dramática transformación es el suceso más importante en la historia del arte que he presenciado».

La Historia del Arte es un texto en el que encontrar un primer apoyo en cronologías y estilos, pero también un valioso espíritu crítico. En palabras de Gombrich: «He mencionado la tentación de permitirse hablar de arte inteligentemente, pero ese peligro es trivial comparado con la engañosa impresión de que lo único que importa en arte es el cambio y la novedad». Solo la distancia de los años nos puede hacer evaluar el verdadero impacto de un acontecimiento, de una obra o, en este caso, de un libro como este, que seguirá siendo de referencia.

Jackson Pollock, Uno.