700 años de arte español en la Colección Casacuberta Marsans
Desde obras medievales de Jaume Serra y Lluís Borrassà, hasta representantes del modernismo como Nonell o Anglada Camarasa. Así de ambiciosa es la nueva exposición que acoge el Museus de Sitges y que tiene como protagonista la colección Casacuberta Marsans. Esta muestra que aúna 700 años de arte se podrá visitar hasta el 29 de septiembre.
La figura enmarcada. Obras de la colección Casacuberta Marsans hace posible que el público admire por primera vez un significativo conjunto de obras de una de las colecciones privadas más importantes de Cataluña, la Casacuberta Marsans. La muestra comisariada por Nadia Hernández e Ignasi Domènech no solo resalta la calidad de las 21 pinturas expuestas, sino que también manifiesta la importancia de los marcos como elementos fundamentales del arte.
Precisamente, el título La figura enmarcada responde a ese papel trascendente del marco como pieza integrante de la obra, más allá de mero acompañante de la pintura, y que, en determinadas ocasiones, puede considerarse incluso como obra de arte en sí misma. Por este motivo, además de los que enmarcan las pinturas, la exposición presenta una treintena de marcos sin otro acompañamiento, como piezas de notables valor artístico, histórico y patrimonial.
Esta valorización del marco desde una óptica artística ha sido en los últimos años un elemento destacado dentro de los estudios de historia del arte, que lo han considerado un objeto que se construye con la idea de, no solo aportar solidez y proteger o vestir la obra, sino también como pieza que transmite unos valores estéticos del periodo en el que fue creado y que permite establecer un diálogo con la pintura que envuelve.
Tal es el caso, que museos como El Prado o El Louvre han iniciado recientemente una labor de valorización de sus marcos antiguos, que se ha concretado además en la creación de espacios expositivos monográficos y rutas señalizadas de los marcos más significativos.
Incluso, si nos retrotraemos al siglo XIX y la presentación de la Colección de Santiago Rusiñol en el Cau Ferrat de Sitges, se intuye el valor que el Señor del Cau fijó en estas piezas. “En esta pequeña cámara de las maravillas donde cada obra y cada objeto luchan por hacerse un hueco, hay un elemento que sorprende: la elección de los marcos antiguos de las pinturas de diferentes periodos que cuelgan en sus paredes. Y este caso es interesante por la doble vertiente de Rusiñol, la de pintor y la de coleccionista; una doble perspectiva que le permitía comprender la pintura y sus necesidades”, cuenta Ignasi Domènech en su artículo Marcos antiguos y modernos en la Colección de Santiago Rusiñol.
En cuanto a las pinturas expuestas, la selección de obras abarca un amplio marco cronológico, que va desde el Gótico hasta la pintura hispánica de finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. Todas pertenecen a la Colección Casacuberta Marsans, que está formada por cerca de 200 obras, entre pinturas, esculturas y artes del objeto. La mayoría de ellas de arte medieval de la Corona de Aragón y de pintura de finales del siglo XIX y principios del XX.
En esta exhibición en concreto se podrá disfrutar de nombres destacados de la historia del arte en Cataluña, como Jaume Serra y su Calvario –lateral izquierdo de un tríptico– o el San Esteban de Lluís Borrassà. También cabe señalar varios Ecce Homo, pintados por el Maestro de Perea, Luis de Morales y Mateo Cerezo.
Respecto a las figuras del modernismo, son de especial relevancia el Estudio de gitana (1901) de Isidro Nonell, La Loge de Hermen Anglada-Camarasa, La mujer de las naranjas (1909) de Joaquim Sunyer o Esperanza (1906) de Ignacio Zuloaga Zabaleta. Estas y otras muchas obras, junto con sus respectivos marcos y otros que datan desde el siglo XVI hasta el XIX, se podrán visitar hasta el 29 de septiembre en la recuperada Sala Vaixells del Palau de Maricel. Nerea Méndez Pérez