Goya nos planteaba un catálogo, con piezas interesantes en alta época, mobiliario del XIX, relojes, loza, etc. Pero una vez más fue el arte oriental el gran protagonista de la jornada, esto unido a que la mayoría de los remates más altos se hicieron a los teléfonos. Resume perfectamente el estado del mercado de arte en nuestro país. Un claro ejemplo fue el remate que alcanzó la pareja de jarrones chinos (231) de porcelana azul y blanco con motivos en relieve del s. XIX-XX. Ascendiendo desde los 600 euros, en que se tasaron inicialmente, hasta los 7.000 euros, tras una interesante disputa a los teléfonos. Consiguiendo la cifra más elevada de las artes decorativas. Junto al pequeño jarrón chino (478) de porcelana con decoración polícroma y marcas en la base del periodo Chenghua en azul. Rematándose en 7.000 euros, precisamente a otro de los teléfonos, muy lejos de los 700 en que partía. Y es que, son pocos los coleccionistas nacionales, los que puedan llegar a estas cifras. Buen resultado también el que obtuvo el 480, un jarrón de 60 cm de altura de porcelana china del s. XIX, pasando de 2.000 a 2.750 euros. Sin ser oriental, pero sí su decoración Imari, especialmente llamativo también fue la venta de la extensa vajilla de porcelana de Limoges (576) en 4.000 euros, desde los escasos 1.500 en que se tasó de entrada.
No decepcionaron en absoluto, el interesante conjunto de abanicos que esta sala madrileña nos ofrecía. Llegando un par de ellos a casi multiplicar por diez su estimación de partida. Me refiero al 449 y 451, dos modelos de Cantón del s. XIX, el primero de ellos con varillaje de marfil calado con paisaje decorado, y el segundo con padrones de filigrana de plata y varillaje de sándalo, marfil y carey con decoración de las mil caras. Adjudicándose cada uno de ellos en 2.800 euros desde los 300 en que comenzaron. El 450, de tipología de baraja de carey calado con decoración dorada del s. XIX, se dio en la sala por 1.500 euros cuando su precio inicial era de tan sólo 250. Uno de los remates que más nos sorprendieron a los allí presentes fue el 389, una alfombra persa de lana de principios del s. XX, dándose a un comprador externo por 4.000 euros, muy alejados de los 400 de su partida.
La plata fue, como ya adelantaba, el otro gran beneficiado, algo que junto al anterior es una constante en la mayoría de las licitaciones que se celebran en nuestro país. Siendo el 375, el lote por el que más se interesaron, hasta el punto de reunir hasta cinco pujadores, lo que hizo que acabara en 5.000 euros, cuando había partido en 1.500. Si es cierto que se trataba de cuatro fuentes ovales de servir del platero López, muy apreciado entre los coleccionistas, entre otras cosas por el elevado peso con el que realiza sus piezas, en esta ocasión 6.380 grs. De este mismo autor era el 373, una enorme sopera de 52 cm de largo y 5.492 grs. de peso. Subiendo hasta los 1.800 euros, tres veces más de los 600 de inicio. Casi en lo mismo en que se remato el siguiente, 374, una sopera con presentador con remate en forma de jabalí y 3.618 grs. 1.600 euros, desde los 600 de partida. En cuanto a las piezas de época, destacaron el 273 y 274, el primero una pareja de candeleros con marcas de B. de Gálvez y Aranda, Córdoba, segunda mitad del s. XVIII, pasando de 500 a 1.600 euros. El segundo era un copón con decoración cincelada con marcas de Manuel López Portero, de Granada a finales del s. XVIII, por 750 euros, algo más de los 400 del comienzo.
En alta época se consiguieron dos buenos remates de 6.000 y 4.500 euros, no pasando de su estimación inicial, y esta es precisamente la diferencia con lo oriental. El que no subiera, no quiere decir que no tuviera mérito, porque lo tiene y mucho. Y es que pagar hoy en día 6.000 euros por un bargueño español (247) del s. XVII es un gran resultado, que sólo logran aquellos ejemplares realmente importantes, y este lo era. Algo parecido le pasó al segundo, una singular lámpara de techo española de bronce dorado con cuatro brazos de luz y vástago central troncopiramidal del s. XVII. Sin embargo, el que parecía un lote menor consiguió una de las mayores subidas de su sección, se trataba de un bufete (215) en nogal con fiadores de hierro del s. XVII. Acabando en 1.700 euros, habiendo salido en 600. Mariano Santos @AntgOln