Jamie Salmon (Londres, Reino Unido, 1946) Lily 2013 Silicona, pigmentos, fibra de vidrio, pintura acrílica y pelo 70 x 45 x 41 cm Colección del artista y Anthony Brunelli Fine Arts
50 AÑOS DE ESCULTURA HIPERREALISTA EN BILBAO
La sala BBK del Museo de Bellas Artes de Bilbao presenta una retrospectiva que recorre la escultura hiperrealista en su vertiente más meticulosa e impactante. La muestra reúne 34 obras de una veintena de autores que son referentes de este movimiento, desde su nacimiento en el siglo XX hasta su internacionalización más contemporánea. Esta corriente, que se inició durante las décadas de los 60 y 70 en Estados Unidos, pone especial hincapié en la representación de la figura humana, mediante técnicas tradicionales como el modelado, el fundido o la pintura, con las que imitan de forma fidedigna y minuciosa cada detalle. La exposición bilbaína ha querido explorar los diferentes modos de abordar la representación corporal a través de cinco secciones que estructuran el recorrido: «Réplicas humanas», «Esculturas monocromas», «Partes del cuerpo», «El juego de las dimensiones» y «Realidades deformadas».
Con todas estas piezas no solo se persigue el impresionante realismo y la extrema fidelidad al natural de la imagen, sino que se pretende también una introspección psicológica. Asimismo, buscan expresar una manera alternativa de tratar el tema artístico, donde se aprecie su relación con expresiones diversas de la historia del arte y su evolución técnica, desde sus inicios hasta la actual era digital. Algunas de las esculturas –como Lisa de John DeAndrea– se presentan por primera vez en esta exhibición. Un total de 26 creadores participan en la muestra. No faltan los pioneros norteamericanos como George Segal, Duane Hanson o John DeAndrea. También están presentes otros nombres internacionales conocidos como el español Juan Muñoz, el italiano Maurizio Cattelan o el canadiense Evan Penny. Ron Mueck lidera la lista de autores australianos, entre los que cabe destacar, igualmente, a Sam Jinks y Patricia Piccinini.
El recorrido se abre con «Réplicas humanas», donde se aprecia la esencia de este movimiento: las representaciones de personas parecen en verdad de carne y hueso. Estas obras tan auténticas desconciertan al espectador, que se encuentra con esculturas que son lo más parecido a una ilusión. Aquí se encuadran los trabajos de Duane Hanson, figuras a tamaño natural hechas con fibra de vidrio que poseen un cariz social. En cuanto a la calidad del desnudo, destacan los trabajos de DeAndrea, que siente predilección por el cuerpo femenino. El estilo de ambos ha tenido una influencia decisiva para la evolución de la disciplina en los últimos 50 años. En «Esculturas monocromas» predomina un poco más la abstracción que la realidad. La ausencia de colores reduce esa naturalidad, precisamente porque lo que se busca es el anonimato de la figura. Esta rama fue seguida por Juan Muñoz, George Segal y Keith Edmier, que reflexionan acerca de la condición humana. «Partes del cuerpo» es una sección que reúne a los autores que quisieron dar un nuevo formato al movimiento. En vez de mostrar la imagen completa, para crear la ilusión de corporeidad seleccionan partes de la anatomía humana y las usan como soporte de mensajes perturbadores. Un claro ejemplo de ello serían las obras de Cattelan o Davies.
Pasamos de la parte al todo en «El juego de las dimensiones». Corresponde a los años 90, cuando Mueck revolucionó la escultura figurativa con formatos insólitos, al aumentar o reducir drásticamente su tamaño. Esa manipulación de las dimensiones, le permite centrar su atención en asuntos existenciales como el nacimiento –es célebre su feto gigante–, la muerte o la fragilidad de la vida. Los avances científicos y tecnológicos de las últimas décadas cobran protagonismo en el último apartado: «Realidades deformadas». Evan Penny o Patricia Piccinini observan la figura humana desde perspectivas distorsionadas, mientras Tony Matelli deja sin efecto las leyes de la naturaleza, y Berlinde de Bruyckere cuestiona la muerte o la existencia con sus cuerpos retorcidos. Esta muestra establece un resumen de los 50 años en los que se ha desarrollado el hiperrealismo escultórico con todas sus variantes. Los métodos tradicionales y las técnicas más avanzadas conviven aquí en su obsesión por representar la figuración humana. Tras
Tras su paso por Bilbao, Escultura hiperrealista 1973-2016 viajará al MARCO de Monterrey (a partir del 15 de octubre). Ana Robledano Soldevilla. @ARobledano