RAFAEL Y SUS DIBUJOS
El Ashmolean Museum of Art and Archeology de la Universidad de Oxford inaugura una exposición antológica sobre los dibujos de Rafael
Desde el 1 de junio y hasta el 3 de septiembre el Ashmolean acoge la muestra RAPHAEL. THE DRAWINGS, que ha sido comisariada por Catherine Wshistler, responsable de la colección de arte europeo del museo. En palabras de su director, el Dr. Xa Sturgis, se trata de una ocasión única para poder contemplar 120 dibujos de uno de los grandes maestros de todos los tiempos. De hecho y como señala Sturgis, hay que remontarse a 1983, año en el que se celebró una magna exposición sobre la obra en papel de Rafael en el British Museum, para encontrar una retrospectiva de similar calado científico.
En esta ocasión, el Ashmolean exhibe un total de 50 dibujos conservados en sus fondos y que proceden de la colección del retratista Sir Thomas Lawrence (1769-1830). Llegaron al museo en 1845 procedente de una de las ventas efectuadas por sus herederos tras su muerte. Cuenta además con la colaboración de la Graphische Sammlung Albertina de Viena, que presta para la ocasión 25 esbozos. Como fruto de la colaboración entre ambas instituciones, la exposición viajará a Viena en otoño de 2017. Junto a ellos, ceden sus fondos algunos de los museos y colecciones públicas y privadas más relevantes del mundo, entre las cuales no puede dejar de mencionarse el British Museum de Londres, los Uffizi de Florencia o la colección de la reina Isabel II de Inglaterra.
A lo largo de estas 120 obras la exposición traza un recorrido desde los comienzos del joven Rafael (1483-1520) en la Umbria hasta alcanzar su máxima potencia, primero en Florencia y, más tarde, en Roma al servicio de la corte pontificia. No deja de lado algunos de sus encargos más relevantes fuera de Italia, como es el caso de los realizados para el rey Francisco I de Francia. Todo ello con el fin de transformar nuestro conocimiento sobre el artista poniendo el acento en dibujos cargados de expresividad, en los que la técnica empleada para su confección jugó además un papel fundamental. En este sentido, en RAPHAEL. THE DRAWINGS pueden contemplarse a un mismo tiempo esbozos a lápiz negro como el de su supuesto Autorretrato (1500-1501. Oxford, Ashmolean Museum) junto a otros ejecutados a punta de plata, compás o sanguina –pensemos para esta última en el bellísimo Estudio de Sibila (hacia 1511-1514) o en el Estudio de tres figuras (1513-1514), ambos en la Albertina–, sin olvidar la pluma, que combinó magistralmente con el resto de técnicas tal y como puede verse en el Estudio para la Matanza de los inocentes (hacia 1509-1510) del British Museum. Una muestra, en definitiva, que los amantes del dibujo no deben perderse.