Sesión muy animada donde, las gargantillas, sortijas, pendientes y relojes acapararon la mayoría de las pujas
Buenas ventas, en una licitación, donde excepto los lotes retirados con antelación se vendió prácticamente todo, más del ochenta por ciento de lo que sacaban a subasta. Y en la que las piezas más importantes consiguieron subidas muy por encima de su estimación inicial. Como el 130, una sortija gallonada en espiral de oro flanco con un estupendo brillante central de 6.20 ct de peso aproximado, acompañado por otros doscientos ochenta y tres brillantes de 5 ct en total, ascendiendo hasta los 30.000 euros desde los 15.000 en que partía, y es que ya en ofertas previas en la mesa empezó en 22.500 euros. O la magnífica gargantilla firmada por Van Cleef & Arpels NY de los años 50, formada por un brazalete de platino (129) con un zafiro central Cylán de 2.20 ct, situado sobre un motivo en forma de aspa flanqueado por dieciséis zafiros de 14 ct aproximadamente y acompañado por sesenta y ocho diamantes talla baguette y brillante de 10.30 ct. Acabando en 27.500 euros muy lejos de los 18.000 en que se tasó inicialmente. Y una pulsera rivière (133) de oro blanco compuesta por una línea articulada de cuarenta y ocho diamantes talla baguette, con un peso total de 6.50 ct. Salía en 4.000 euros y se remató en 11.000 euros a la misma clienta en la sala que se hizo con el brazalete. Otra de las piezas más sobresalientes de la subasta era el 123, una gargantilla de la firma Vasari, de oro y en la que destacaba el gran ópalo central, sobre el que se situaba un zafiro talla cabujón. Acompañados por cincuenta y ocho brillantes, dándose a un cliente allí presente por los 3.100 euros del comienzo.
Las sortijas fue otro de los apartados que más llamó la atención de los inversores, con subidas en muchos de los casos notables, como el 114 realizada en oro y en el que destacaba un diamante central talla esmeralda, flanqueado en los brazos por seis diamantes talla trapecio, adjudicándose en ofertas en la mesa por 3.000 euros, bastante más de los 2.250 de partida. O el 167, también en oro con motivos acanalados y un diamante talla pera antigua, dándose por 2.250 euros desde los 1.200 de la salida. El 99, era un modelo fechado a principios del siglo XX tipo solitario, de platino y un brillante de 1.55 ct. Empezó en 1.500 y acabó en 2.000.
En cuanto a los pendientes, tres fueron los lotes que mejores resultados obtuvieron, 131, 90 y 83. El primero, consiguió adjudicarse en los 6.000 euros en los que se tasó de inicio a un cliente allí presente, se trataba de una pareja tipo tú y yo de platino y oro con dos diamantes de 0.5 ct los de la parte superior y 2.80 ct los de la inferior. El segundo, tenía formas cruzadas de oro blanco con cuarenta y dos brillantes de 3.35 ct de peso total y cincuenta y dos zafiros talla trapecio. Terminando en 1.500 euros desde los 1.150 del comienzo. Y los terceros, estaban realizados en oro blanco con dos esmeraldas orladas a modo de estrella por treinta y dos brillantes. Bajándose el martillo en 1.300 euros, habiendo empezado en 1.000.
En la sección de relojes, y después de retirarse alguno de los más sobresalientes antes de comenzar la licitación, lo más destacado fue la venta de uno de la marca Cartier (120), modelo Santos de oro para caballero y movimiento de cuarzo por 3.750 euros, lejos de los 2.900 de su precio inicial. Algo menos subió el 110, un reloj electrónico de la marca Omega de los años 60-70, modelo Constellation de oro para caballero con movimiento de cuarzo. Dándose por ofertas previas en la mesa en 2.500 euros desde los 2.000 de inicio.
Algo que me llamó extraordinariamente la atención, fue las buenas compras que se hicieron en el apartado de plata, y más concretamente en las cuberterías. Me refiero al 164 y 168, adjudicándose en unos muy ajustados 1.500 euros si tenemos en cuenta los 7.360 grs. y 7.300 grs. que pesaban las ciento dieciséis piezas de plata respectivamente. Máxime, cuando en otras casas de subasta estos remates serían bastante más elevados. Mariano Santos @AntgOln