El mobiliario sobresale con algunos remates destacados, siendo la plata una vez más la más beneficiada
Subasta de trámite como fin de temporada, en la que los lotes secundarios sobresalieron más de lo que lo hicieron los principales. Y un claro ejemplo de estos fueron los 3.700 euros pagados por una cubertería (607) de plata española punzonada, 1ª Ley de Espuñes con marcas de Pérez Fernández, el precio más alto de todas las artes decorativas. A esto ayudó los 7.442 grs. de peso de esta; alejados de los 2.500 en que se estimó su salida. Y es que la plata fue la gran dinamizadora de la jornada, algo que ya es habitual en esta sala, gracias a sus buenos clientes. Otros remates destacados, fueron los conseguidos por el 575 y 595, ambos punzonados como 1ª Ley de López, y que una vez más se confirma la buena acogida que tiene este platero entre los coleccionistas. Consiguiendo frecuentemente en cada una de las subastas que salen a la venta, remates por encima de su tasación inicial, en parte debido al elevado peso con que realiza sus piezas. Como el primero, una pareja de fuentes ovales con contorno ondulado y labor de “martelé” y 2.018 grs. de peso, alzándose hasta los 1.600 euros lejos de los 900 de su comienzo. El segundo, un jarro de pico siguiendo modelos del s. XVII, repujado y cincelado, con la típica decoración de aquellos, rematándose en 1.000 euros desde los 600 de partida. Otro de los lotes que más llamó la atención fue el 620, un reloj de sobremesa en plata española del s. XX. Con dos amorcillos y un faisán sobre base de mármol verde. Comenzó en 560 euros y acabó en 1.500 en una puja en la sala.
El mobiliario fue otro de los apartados que mejores resultados obtuvo, con adjudicaciones sobresalientes en piezas de los s. XVII al XX. Del s. XVII, destacó la venta del 721, un excelente cabinet flamenco de ébano y placas de marfil, con un esmalte de Limoges del s. XVI en la puerta interior. Se pensó por él un precio de salida de 2.800 euros y se bajó el martillo en 3.000 por ofertas previas en la mesa. Del s. XVIII, era el 774, una singular hornacina pintada en marmorizado con remate tallado sobre mesa tallada y policromada. Dándose por ofertas en la mesa en 1.200 euros desde los 800 del comienzo. El 912, era un armario napolitano del s. XIX, en palma de caoba con baldas interiores y puertas de cristal, y por el que se mostraron muy interesados varios compradores, hasta el punto de llegar hasta los 1.700 euros desde los 900 del principio. Pero el que más costó hacerse con él fue el 689, un juego de ocho sillas de acero y piel españolas de los años 70, y es que uno de los dos teléfonos que pujaron por él elevó las pujas hasta los 2.000 euros, más del doble de los 800 en que se tasó al principio. Esta sección precisamente, la de los muebles y objetos de diseño del s. XX, es una de las que mejores resultados le están dando a esta sala.
El arte oriental fue otro claro ejemplo de lo que ocurrió a lo largo de la jornada, ante la falta de compradores por los lotes más importantes, los coleccionistas se centraron en otros aparentemente más secundarios. Como el 947, un armario chino de madera lacada, dorada y policromada del primer tercio del s. XX, y por el que llegaron a pagar 1.200 euros, desde los escasos 500 en que empezaba. Algo parecido le ocurrió al 956, un estupendo portapinceles en marfil, con personajes tallados en medio relieve, de la zona de Cantón del s. XIX. Produciéndose un interesante pique entre un comprador en la sala y uno a los teléfonos, resultando ganador este último al bajarse el martillo en 1.300 euros, muy alejados de los 300 del comienzo. El 958, “Mujer doctor”, una talla en marfil del Periodo Meiji (1868-1912) japonés, se dio por los 1.360 de inicio. En porcelana oriental, lo más destacado fue la venta de la llamativa taza con plato de Compañía de Indias, con esmaltes polícromos de la Dinastía Qing de finales del s. XVIII, adjudicándose en la sala por 550 euros desde los 200 en que partía.
Por lo demás hubo algunos remates sobresalientes, aunque no pasaran de su estimación inicial. Como los dos autómatas de Leopold Lambert (Francia, 1854-1935), “Bebé des fleurs” (713) y el de Roulet & Descamps (Francia, 1847-1930), “Niñera meciendo la cuna” (715), h. 1900. Por 2.200 y 1.700 respectivamente. En escultura, sobresalió el 729, “Perfil masculino”, tallado en mármol en medio relieve, posiblemente romano, por 2.500 euros. Y el 907, “Inmaculada” en madera tallada, policromada, dorada y estofada con las caras y las manos en marfil, de la Escuela hispano-filipina del s. XIX, por 2.800 euros. Uno que subió algo más fue el 941, una cristalería de Tiffin Franciscan Crystal con friso de oro, modelo Minton, Washington. Formada por 12 copas de agua, 12 copas de vino, 12 copas de vino blanco y 12 copas de champán, por 2.700 euros en la mesa desde los 2.500 de la tasación del principio. Mariano Santos @AntgOln