Un bronce de Mariano Benlliure destaca en Ansorena
Firmado y con sello de fundición de Masriera y Campins de 1896 representa al escritor Antonio Trueba
Un buen ejemplo de la mano del escultor Mariano Benlliure (Valencia 1862-Madrid 1947) saldrá a subasta los próximos días 21 y 22 de febrero en la sala madrileña de la Puerta del Alcalá.
La obra representa a Antonio Trueba y de la Quintana (Vizcaya 1819- Bilbao 1889) cuya extensa producción literaria refleja la vida rural en el País Vasco de la época, y cuyo original fue encargado por la Diputación Provincial de Vizcaya en 1894, situado actualmente en los Jardines de Albia de Bilbao.
Se realizaron cuatro fundiciones en bronce del boceto original conservado en la Casa Museo Benlliure de Valencia, variando en cada una de ellas pequeños matices que las hacen originales, y de las que sólo se conocen la que ofrecen en subasta, y la que se encuentra en el museo de Romanticismo que perteneció al Marqués de Valle-Inclán.
De exquisita factura, detallan a través del testimonio de Dña. Lucrecia Enseñat Benlliure y la Fundación Benlliure, como el artista presentó una especial dedicación a la hora de acometer este encargo debido al gran parecido del personaje con su padre, en quien se inspiró para su creación.
Los buenos precios alcanzados por algunas de sus obras durante el pasado año – recordemos los 13.000 € logrados en esta misma sala por el retrato de Mari Pepa Eznarriaga desde los 2.500 € iniciales, o los 7.500 € que ofrecieron por la Echadora de cartas, también en escayola patinada- podrían presagiar una buena venta de este lote 735 por los 9.000 € marcados.
Cambiando de sección sobresale el llamativo tapiz 361 de escuela flamenca del siglo XVII representando la prueba de Ulises y cuya cenefa superior remata en un escudo condal por el que solicitan 10.000 €.
En platería llama la atención una pareja de candelabros de cinco luces (núm. 444) en plata española con marcas de Madrid Villa y Corte de 1827, y platero Ignacio Griñón, en unos atractivos 1.900 €.
El dúo es interesante, además de por su calidad y diseño, por la fecha de realización en 1827 pues su autor no obtuvo la aprobación como maestro de la Real Fabrica de Platería hasta 1831, y no sería hasta una década después, en 1841, cuando lograría la aprobación de Colegio de San Eloy, requisito necesario para ejercer legalmente como platero, mostrándose con este lote la posibilidad de que dicho maestro marcara con anterioridad.
Otro ejemplo con un marcaje de la misma fecha de 1827 lo encontramos en el plato trinchero de la colección de platería del Palacio de Monterrey en Salamanca.
En cerámica sobresale un tablero bizcochado de Paterna del siglo XV con apariencia de Socarrat y cuya procedencia sitúan en la capilla del Gremio de Curtidores de Valencia. Una pieza de colección que partirá en 2.400 € de la existe un ejemplo de similar apariencia en el Museo Arqueológico Nacional.
Por una menor estimación de 800 € se puede adquirir el pequeño santo castellano del siglo XVI (núm.369) de madera tallada de gran calidad o un bajo relieve en terracota de Antonio Susillo (Sevilla 1857-1896) por 900 €. Noemí Marín