FOSTER Y RUBIO RECUPERARÁN “LA PIEL” DEL SALÓN DE REINOS PARA EL PRADO
TRAZA OCULTA, el lema ganador para rehabilitar el Salón de Reinos e incorporarlo a los espacios expositivos de la pinacoteca española, fue elegido por unanimidad entre los ocho proyectos finalistas.
Norman Foster y Carlos Rubio son los ganadores del concurso, cuyo fallo se hizo público el pasado jueves, tras la reunión del Patronato del Museo del Prado. La decisión fue tomada por unanimidad entre los miembros del jurado, que valoró la sostenibilidad y la respetuosa intervención que proponen los arquitectos para uno de los pocos edificios que se conservan del Buen Retiro. Foster y Rubio han concebido un proyecto para recuperar la memoria del Salón de Reinos y mantener la esencia de lo que fue: el corazón del palacio de Felipe IV.
Según explicó Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, los arquitectos “han recuperado la piel y la traza original del siglo XVII”. “Es una ambiciosa estrategia urbana que busca rescatar lo que era el Palacio y el jardín”, mantiene. En efecto, el diseño propuesto aspira a crear un nuevo entorno urbano donde todos los edificios que constituyen el Campus Prado quedarán reunidos y enlazados mediante espacios públicos y uniones subterráneas. “La intervención que se plantea devolverá el esplendor a los interiores del pasado”, explican desde el estudio de Fosters & Partners, “al tiempo que añadirá nuevos espacios públicos”. La idea es recuperar la fachada original estructurada en tres niveles y añadir un n atrio de acceso en la fachada sur. Asimismo, se plantea el hacer peatonal la calle Felipe IV y establecer así un vínculo entre el Parque del Retiro y el Paseo del Prado.
“En representación del equipo que dirijo, y en colaboración con Rubio Arquitectura, quisiera manifestar el honor que para nosotros supone contribuir con esta próxima fase a la expansión del Prado”, manifestó el premio Pritzker británico en un comunicado de prensa. “Dos siglos después, la transformación y ampliación de este Salón histórico será posible”. Las obras, se iniciarán previsiblemente en 2019, coincidiendo con el bicentenario de la pinacoteca madrileña. El presupuesto total previsto gira en torno a los 32 millones de euros, que piensan sufragar con fondos del propio museo y financiación privada.
Aunque ni Zugaza ni José Pedro Pérez-Llorca –presidente del Patronato– quisieron dar detalles sobre el futuro de estos espacios rehabilitados, lo lógico sería pensar que volverán a recuperar su antiguo esplendor, devolviendo a sus paredes las escenas de batallas de Pereda, Cajés o Maíno, así como la serie de los trabajos de Hércules de Zurbarán. De esta forma, los lienzos que colgaron en origen de este Salón volverían a su lugar, un privilegio que muy pocas pinturas tienen. No obstante, habrá que esperar para confirmar cuáles serán los contenidos de las nuevas salas. “Ahora mismo, lo importante es que el estuche permita albergar la joya. Después ya se verá”, comentó Pérez-Llorca.
Al concurso se presentaron 47 proyectos, de los cuales el jurado seleccionó ocho finalistas. Esta semana han seleccionado la propuesta de TRAZA OCULTA, tras la que se escondían Foster y Rubio. La votación unánime. El Patronato también aceptó por unanimidad la propuesta. Todos proyectos podrán verse a partir del 1 de diciembre en el Claustro de los Jerónimos.
