LOS VIKINGOS SE QUEDAN EN ALICANTE

LOS VIKINGOS SE QUEDAN EN ALICANTE

Ornamento de veleta en forma de figura animal

LOS VIKINGOS SE QUEDAN EN ALICANTE

La exposición de Los vikingos, guerreros del norte, gigantes del mar que ocupa parte del Museo Arqueológico de Alicante se prorroga hasta el mes de marzo.

La muestra se compone de 663 piezas y está distribuida en tres salas. Presenta “un mundo único y fascinante”, según sus organizadores. La primera sala gira en torno a la guerra y al mar; se dedica especial atención a los barcos que para los vikingos eran algo vital e indispensable. Como personajes destacan el guerrero –como profesión– y el mercader (como figura que explotaba el comercio a través de las rutas de navegación). El segundo espacio se refiere a la sociedad vikinga, dividida en clases sociales, sobre las que destacan las figuras del rey y la reina. No falta un apartado para hablar de las ciudades, las viviendas y los complejos palaciegos. En el último apartado se ha reunido todo lo referente a la religión y sus creencias. Se conocen así los dioses, los mitos escandinavos y el inicio de la cristianización de los vikingos. Completan la muestra varios testimonios de las incursiones que llevaron a este pueblo hasta el emirato Omeya de Al-Andalus, o las que hicieron por Orihuela, las sierras de Tudmir y la Costa Mediterránea.

La Edad Vikinga abarca desde el siglo VIII al XI de nuestra era. Fue un periodo en el que Escandinavia ejerció una gran influencia en diversos lugares del mundo. Fue también entonces cuando se dieron allí cambios cruciales. Epoca de colonización, conquistas y saqueos, pero también un periodo en el que surgieron las primeras ciudades, así como el desarrollo de una amplia red de comercio y de vías de comunicación.

A lo largo del siglo IX, las pequeñas monarquías que dividían la zona fueron unificadas en tres únicos reinos: Suecia, Noruega y Dinamarca. Esta centralización del poder repercutió en la sociedad y dio origen a una estructura social radicalmente nueva.

Los vikingos llegaron a las costas del norte de la Península Ibérica a mediados del siglo IX. Allí se encontraron con dos grandes regiones que dividían a los Reinos Cristianos en el Norte y la provincia de Al-Andalus en el Sur. Pese a sus muchos ataques, nunca se produjo una colonización de estas tierras, tal vez por la fuerza del emirato cordobés de Al-Andalus. Los avances jamás llegaron al interior. Hacia el 858, una expedición vikinga consiguió cruzar el estrecho de Gibraltar y, durante tres años, transitaron por las costas mediterráneas del Levante Peninsular.

En Inglaterra tuvieron su propio reino, conocido como Danelaw, entre los siglos IX y X. En el 841 fundaron Dublín y se asentaron en York, además crearon la Rus de Kiev –el embrión de lo que sería Rusia– y en Francia dieron nombre a la región de Normandía.

Abierta hasta en 16 de enero de 2017. MPR.

Figura de un guerrero vikingo.
Caja de Cammin. (Réplica)
Fíbula o broche con forma de nave vikinga