DE CÓMO AUGUSTA EMERITA SE CONVIRTIÓ EN LA PRIMERA CAPITAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

DE CÓMO AUGUSTA EMERITA SE CONVIRTIÓ EN LA PRIMERA CAPITAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Sarcófago de las estaciones. Museo Nacional de Soares dos Reis.

DE CÓMO AUGUSTA EMERITA SE CONVIRTIÓ EN LA PRIMERA CAPITAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Hace 2.000 años, en el finis terrarum, el territorio que hoy ocupan Portugal, Extremadura y la zona más occidental de Andalucía, nacía la provincia romana de Lusitania, una de las menos conocidas del occidente romano. Y todo ello, pese a la importancia de sus cambios, tanto por su localización –el extremo del mundo conocido– como por la diversidad de los pueblos que la formaron, así como el significado político de su creación. Su capital era Augusta Emerita, que se convertiría en la población más importante de la fachada occidental del Imperio y en la primera capital efectiva de la península ibérica, tras la reforma administrativa de Diocleciano. Sobre lo que ocurrió y sobre cómo se produjeron estos hechos trata la exposición Lusitania romana, origen de dos pueblos, que puede verse en el Museo Arqueológico de Madrid. Una exposición a la que le va bien la definición de “unión de dos países y la relación de tres ciudades”.

Si para el visitante común la muestra puede resultar interesante, para el aficionado a la arqueología es fascinante. Se han tardado casi 20 años en convertir el proyecto en realidad, gracias al trabajo de cuatro comisarios: José María Álvarez Martínez, Antonio Carvalho, Carlos Fabiao y Trinidad Nogales. Al atractivo y gran valor de las piezas que se exponen, hay que añadir la curiosidad de poder escucha, en el latín empleado por los romanos de entonces, la lectura de algunas inscripciones.

Dividida en nueve apartados, la muestra está formada por algo más de 200 piezas, procedentes de tres instituciones españolas y 12 portuguesas – 4 museos nacionales, 5 regionales y 6 municipales– a través de las cuales se cuentan cinco siglos de historia. Aunque toda ellas gozan de un gran valor histórico y arqueológico, se pueden destacar al menos 15 clasificadas por el Estado portugués de “tesoros nacionales”. Entre ellas, están el árula de Endovélico, la estela de Arronches, un ejemplar único en lengua lusitana; los frescos de la Casa de la Medusa, de Alter do Chão; el brazo de la estatua de bronce monumental de Campo Maior y dos entalles hallados en la excavaciones de Medellín.

Se exhiben, asimismo, el sarcófago de las Estaciones del Museo Nacional Soares dos Reis, los bronces de Torre de Palma de la colección del Museo Nacional de Arqueología de Lisboa, o la cabeza de Galieno, del Museo Municipal de Lagos D. José Formosinho. Muchos de estos objetos salen por primera vez del país luso. Y lo hacen para formar parte de esta exposición que se pudo ver, en primer lugar, en el Museo Romano de Mérida.

Abre el recorrido un guerrero galaico (siglo I d.C.), una impresionante escultura  monolítica, en principio coloreada, que se colocaba a la entrada de la ciudades, como impacto visual. Viste un sayo con escote en V y mangas cortas ceñidas por un cinturón. Es la primera vez que sale del Museo. No muy lejos de ella, se ha ubicado una piedra, la ya citada “Inscripción de Arronches”, uno de los 6 únicos textos redactados en lusitano, considerada de “absoluta novedad” por los comisarios. Junto a ella, si seguimos con las novedades, las vasijas de plata, joyas y adornos – los siglos II-I a.d.C.- de los “Tesoros de Castelo Branco y Chao de Lamas”; el mármol con el “Pacto de hospitalidad” entre el gobernador de Lusitania y 3 habitantes locales (año 31 d. de C.); el “Togado”, la escultura cuyo autor debía de estar muy orgulloso de su hazaña, porque dejó grabado su nombre en la rodilla; o las delicadas piezas que formaban parte de la decoración de “Quinta das Longas”: dos  estatuillas, una femenina -que se supone representaba a Venus en el acto de ponerse una sandalia- y  otra masculina: un tritón. Hay además algunos fragmentos arbóreos que pudieron formar parte de la cascada de un ninfeo.

Y además: las cerámicas, las armas, las monedas, los vidrios, los bustos y retratos imperiales, los fragmentos de pinturas murales….La exposición no tiene desperdicio.

Lusitania romana, origen de dos pueblos estará abierta hasta el 16 de octubre de 2016. María Pura Ramos.

“Surtidor de fuente”. Museo Nacional de Arte Romano”.
Tesoros de Castelo Branco y Chaos de Lamas. “Vaso de Plata”. siglos ll -l a. de C. Museo arqueológico. Madrid.
“Sarcófago de las estaciones.” Museo Nacional de Soares dos Reis.
“Mosaico de las Musas.” Museo Nacional de Arqueología, Lisboa.